domingo, 13 de abril de 2014

Eliptico

Sepultado, entre cuatro paredes y un infinito techo,

sólo una luz,- destellos por esa reja que le aprisiona,

en la oscuridad del siniestro.

¿Vida?...Perdida en los remordimientos.

Ahogan las silabas del quebranto eterno...

Rasgando con sus débiles dedos,

el canto del ladrillo, por escapar de lo incierto.

Contando cada día, cada mes, cada año, que va otorgando.

Su muerte relativa, en las purpureas alas del desencanto.

Solo una vez más, sus lágrimas golpean,

la serenidad de sus parpados.

Resume por sus ajados poros, el desconcierto...

Suplica al viento, súplica deseada del lamento,

requiebros de esa vida, que en vida va muriendo,

cantando a la luna, a la luna anaranjada, sus cuentos.

Prisionero de sus palabras...¡Quiero!...



José Manuel Sirgo Gallardo

Rubrica

¿Rechinará el balanceo, del intrépido columpio?

Cuando la fuerte brisa, atrape sus eslabones susurrantes,

desmedidos en la tregua, oxidante acontecido,

cual quiebra, una palabra de sus libres labios, 

y cae, en siniestras manos, la añoranza!

Locuela agradecida, tambalea tu espalda sin medida,

entrelazando razones, por la desnudez, de las tinieblas de tus sentidos.

Ira,- que encadena el cerco entrante, del cólera sostenido...

Razón que despliegan, los surcos errantes, 

cuales desmotivan, la pálida sensación del bienestar.

Luz que ciega, la incertidumbre mirada de tus ojos,

cuando al galopar intransigente,

-.Mudas una sonrisa entre tus labios.-

Desenroscando, la timidez de la tuerca,

el calculador tornillo olvidado,

cual causa la sensación, incontrolable en tu quimera.

Cambiando, la estúpida estampa de mi envoltura...Prisionera...



José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 8 de septiembre de 2012

Jugando en silencio.

Voy a jugar con tu pelo, enredándolos  en mis dedos,
voy a despertar tus ansias,
quiero besarte los ojos , quiero beber de tus lágrimas...

Mi boca en tu boca... Quiero besarte con calma,
mordiendo tus sentimientos, quiero robarte el alma.
por perderme en tu abrazo y luego dormirme en tu pecho,
y sembrar mis ganas.

Haremos el amor bajo la sombra del alba.
Voy amarrar tu pasión para que nunca se pierda en la distancia,
me deleitaré bajo la luna de nácar,
me embriagaré con tus aromas y el sol nos encontrará desnudos,
sobre la playa.
¡Las olas serán testigo del amor que no acaba!

Evocas en mi, sentimientos, que hacen que pierda la batalla,
yo ante tus ojos, soy esclavo de tu mirada.
Renaces de lo más profundo de mi alma,
marcando mi cuerpo, con huellas de una lujuria desatada.

Tus besos me provocan alegrías, que no acaban al alba,
como no quererte si eres lo que tanto buscaba,
ese rayo dorado que ilumina mi alma,
esa luna caprichosa, que se desnuda para envolvernos con su magia,
¡como no amarte, si me endulzas las entrañas!

Haciendo de mi una hoguera, cuando la leña, se transforma en palabras,
como las cenizas caen, desplegándose ante las miradas.
Como no mirarte, si mis locuras ya no tienen escapadas.
Amo tanto, que me duele el alma,
duelen con heridas de pasión, que en mi piel, quedaron marcadas.



José Manuel Sirgo Gallardo.

domingo, 12 de agosto de 2012

Yo quiero que está noche.

Yo quiero que está noche,
sea una noche incalculable,
quiero que mí alma,
sea capaz de sentir...
Vibrante con la música,
que de tus labios quiero...
Quiero oír tú amar,
sentirlo en mi pecho tantas veces más.
Yo quiero que está noche,
sienta la luna, como el aire la acariciara,
como los dedos, unas cuerdas rasgan con suavidad.

Yo quiero que está noche,
fueran mil noches de esperanzas.
Sin limite, sin fronteras,
sin espacios, sin medidas.
Sólo las olas entonar,
que engrandecen, y se rizan,
que se acercan y se alejan,
pero nunca terminan de llegar.

Yo quiero que está noche,
no desaparezca nunca más,
con tu canto mí estrella,
con tú deseado cantar,
mirando a tus verdes...
...mirando a tú mar.

Yo quiero que está noche,
no termine en "madruga",
y el alba no aparezca,
entre las hojas de nogal.
Y tu besar, en mis labios ahuecando,
de tus labios mí amar.

Yo quiero que está noche,
tú compañia en mí caminar,
al lado uno del otro,
al lado sin vacilar...




José Manuel Sirgo Gallardo
 






 






 

 

lunes, 6 de agosto de 2012

Tus reflejos escondidos.

Reflejas el sol en tus cabellos,
bañada con luz de infinito,
el mar de color verde,
reluce por tus ojos, claro y limpio.

¡Nunca tus labios fueron labios,
sino tu alma, escondida en dos suspiros,
tienes la sonrisa transparente,
a lo largo de nuestro camino!

Cuando en la vida, todo da lo mismo,
el cielo de limpias esperanzas enardecido,
de extraños claroscuros se ha teñido,
son tus ojos, tus labios, tu sonrisa,
el faro que guia a mí destino.

Son tus ojos, tus labios, tu sonrisa,
el milagro de un latido,
levantas mí cuerpo hasta tu sueño,
escondido en tu paraíso.

Siempre por siempre, te he querido,
no he tenido, más vida que tu vida,
ni otro amor he sentido,
¡que tu amor sublime nacido,
de imposibles silencios retenidos!



José Manuel Sirgo Gallardo.


 

 

lunes, 9 de julio de 2012

Soñando tus ecos de amor..

Tus ondas llegan a mi por tu camino,
vibrantes en mi mente se agarran,
dejan tu sabor dulce y tierno,
llenando de recuerdos mi alma.

¡Traes a mi de tus voces ecos,
sin quedar en mi vida olvidados!
Añorando tu sentir lejano,
la vida de estos años, en mi corazón atrapados.

¡Oigo tu voz tan cerca, en mis sentidos,
soñando tu voz, tus ecos enamorados!

En este silencio tu recuerdo,
yo no quiero apartarlo, en mi mente tu voz, tus ecos...

Dejo, la nostalgia que me entristece,
soñando tu amor, soñando tus ecos.



José Manuel Sirgo Gallardo.





lunes, 26 de marzo de 2012

Siete días más, sin tenerte...

La imaginación...¡Vuelve a volar,
entre los recobecos de mi corazón!
Por las lineas de mis sentimientos,
que aglomeradas de inquietudes.
Sólo desean sentir las mieles de tus labios.
Esos que aún de ellos, no sentí su calidez.
¡Sólo imaginados, en la soledad de mis adentros!

La luz.- ¡Ya no es luz, si tu no estas!
Se me escapa de las manos,
el sentir profundo, que de tus palabras,
ya no oigo, por esa linea delgada.

Los años pasan, y las miradas se pierden,
el corazón sigue sintiendo,
por no saber de tu andar.

¡Hay letras que ya no recuerdo,
pero de mi no se van,
sólo esperan una señal de tus manos,
que por la cálida piel de mi cuerpo,
huellas formen.
Donde no hay olas, que se las puedan llevar!

Nublados mis ojos, mientras escribo,
sentidas unas lágrimas,
desbordan mis mejillas.
Que quieren y no quiero olvidar...

Tus sentimientos en mis oídos,
en mis ojos tus sentidos,
en mis manos,
la suavidad de tu piel...
...Que no encuentro.



Jose Manuel Sirgo Gallardo

martes, 14 de febrero de 2012

Esos ojos son mi verde mar.

Tus ojos un mar de verdes son,
navegados por los cielos de mis ojos,
contemplados entre la madrugada y la luna nácar,
Entre el alba que enardece y el sol.

Mis dedos deseosos,
por acariciar la luz...
...La luz que desprenden,
tus dorados cabellos,
tu delicioso amor.

¡El calor de tus labios, en mis labios...Amor!
Emprenden mis deseos, por tu bella canción,
entre silencios y decires,
entre los versos, tu amor.
En mi cuerpo, aseguro tus caricias, razón.
La suavidad de nuestras manos acariciándonos,
encausando la dicha, por tu cuerpo mi amor.




José Manuel Sirgo Gallardo.
(San Valentin)

viernes, 20 de enero de 2012

Eres mí amor

Deseo caminar entre tus pasos,
entre los pétalos que renuevan a la rosa.
Entre las caricias de tu piel,
cuando tus brazos se posan ante mi.

Delicada mi dama tu eres,
y tus resquicios en llamas, mi amada remueves,
con tu mirada y tus labios me amas,
en el silencio de nuestras madrugadas.

El canto de tu voz me acicala,
entre la luna y el sol que engalana,
tu mi estrella ya me tienes,
en tu seno apoyado, sosegado y tenue.

Mis labios se tiñen de ti,
tus besos revelan mi cuerpo,
en la lucida oscuridad de mis sueños.

Quede prendado de ti,
del universo desprendido mi amor,
entre las estelas de tu color,
entre tus versos de pasión,
que, de tu boca a mi boca,
se cuelgan sin temor.




José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 17 de enero de 2012

Solos.

¡¡¡De murmullos y decires, se me lleno la mañana, de canción suelta y amada, que son mis versos por tu alma, que despertaron al alba, con tus besos de estrellas desnudadas, con tu amor renacido, en la dulce madrugada, mis silencios y los tuyos, las oquedades llenaban, mirándonos a los ojos, tus labios y mis labios, se besaban!!!



José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 13 de enero de 2012

¡Mí única estrella!

Estrella que tu colorido destello, a cielo abierto entre por mi ventana,
acariciando mis sueños, tu presencia tan lejana.
Mis madrugadas clamando, de soledades extrañas.
Estrella tu vas alumbrando, el caminar de mi avanzada.
De las noches en vela, de los días sin ti, mi amada.

Yo te contemplo, estrella en mis madrugadas,
Yo te contemplo, hasta llegar la mañana.

Yo te contemplo en silencio,
y mis ojos admiran, el relucir que engalana,
de tu alma mi Señora, que a mi alma enamora.

¡Yo no puedo jugar con el destino,
que al aire libre vuele,
buscando la verdad entre tus besos,
mi dama si tu quieres!




José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 30 de octubre de 2011

Deja que te arrulle mí amor.

Deja que arrulle a tu amor,
en la soledad de tu morada. En la intimidad de tu habitación.
Deja que vuelva a arrullar a tu amor,
a pesar de que en tu almohada, crezca la pasión de tus recuerdos.

A pesar de la distancia que separa tus labios de mís labios,
deja que arrulle a tu amor, aunque la brisa acaricie a la rosa,
y tu rostro quiera robarte una sonrisa.

Aunque mis brazos no te abriguen en la fría noche,
deja que vuelva a arrullar, a tu amor.

Si bien una infíma lágrima señala el camino de la tristeza,
si bien un suspiro, quebrara el silencio entre la noche.

Deja que vuelva a arrullar a tu amor,
omitiendo la letra de una triste melodía,
omitiendo mis palabras disfrazadas de nostalgia,
deja que mis palabras arrullen a tu amor.

Con el fuego y la ternura, de mi corazón ilusionado,
me sentirás en ti, aunque no esté a tu lado.



José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 8 de septiembre de 2011

Un poema.

Un poema, sin un sol de oro y purpura,
sin luna de nácar y un velo desnudo,
unas letras llenas de amor y encanto,
unos versos sanados del corazón.

Un poema, de quien ama y es amado,
unas horas que pasean en la mañana,
unos días que se vuelven madrugadas,
tantos meses sin tenerte, mi amada.

Un poema de tu boca declamado,
de tus labios subrayados en mis labios,
de tu voz la nostalgia en mi alma,
de tu risa, melancolía derramada.

De un poema en la distancia,
no te veo, no te hallo por la niebla,
y mis dedos ya no palpan tus cabellos,
deseosos de tenerlos enredados.



José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 16 de agosto de 2011

Quebranto y sed.

Tan amarga se hace la espera,

de no volver a sentir tus cálidos labios, en mis derrotados labios,

y tus desaparecidas manos, que acaricien mi consentida piel.



Enjugando tus verbos, sentir de tu pecho el silente y acalorado amor, que embriago mí corazón desmembrado.

La espante de su terror, dando paso a tus silabas delicadas,

que en susurros, heridas de pasión, has dejado en mis oídos,

y en mi sentida alma.


¿Saciada de mí ya estas?, saciada del quebranto y la sed,

de mis besos en tu ser,

de las caricias que rastrean tus muslos sofocados,

con sabor a miel.

no decaigan por la lujuria incontenible del roce de tu piel.

Enjugue de tus versos soy, de tus besos mi destierro y mi sed de beber de tus manos.





José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 12 de agosto de 2011

Te extraño.

Nostalgia, esperanza, resume por los ajados poros de mí cuerpo, entresijo de voluntad, plena de alabanza.

Voz sorda que tienta al verso, conjunción de sorpresas ataviadas en la desnudes de tus ojos , visión de acuarelas, tus profundos besos, que atajan por los recobecos de mí alma,

tus dedos pinceles que adornaron mí vieja estampa, tus senos, la sensación del roce sobre el aliento de mí boca.

Entre tus muslos mis manos alborotadas, nerviosas desconsideradas, llenas de deseo, apuntando al alba, sencillez tú gracia.

Mis manos atajando por tu elástica espalda, hacia el sentir profundo, de tus nalgas, mis dientes engordando de tus ansias, mis labios saboreando la soledad en la estancia.

Delicada, sumisa y apasionada, tu vientre desnudo conjunción de los verbos, salpicados de amor tierno, sasonados con ungüentos de vida, azorada por mí silencioso recuerdo...

...Calma de mis sueños...



José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 1 de agosto de 2011

Hoy te quiero.

Hoy te quiero reconquistar, desgarrando tu cuello con mis labios de deseo, y mi alma arrasará a tu alma con mi amor, mí corazón golpea con fuerza y sus latidos tornan en tu corazón, en el momento que mis brazos rodean tu cuerpo destinado a la pasión.

De nuevo mis besos recorren tu piel, se engarzan a tus labios y mí lengua derrotada se desfoga ansiada ante tu razón.

No yerro por tu amor, sigo queriendo tenerte junto a mi voz, atando tus cabellos a mis dedos que en dulces caracoles dorados se advierten ante la mirada de los dos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Ayer senti de tus ganas.

Ayer sentí un velo que se precipitó, y desveló tu sensible mirada,
sentí de ti la fragancia desnuda que rodea tus ansias,
la sangre que se altera, por tus venas amarradas,
la dulzura de tus besos en mis ganas.

Ayer sentí, el destino que se acercaba, con la luz a mí espalda,
y una estrella allá en el cielo, alumbrado con su parpadear que engalana,
una llama que quema y no arde, en su frescura la mañana,
un gran corazón a centímetros de mí golpeaba,
sintiendo tu calor, como la primavera que ensarta,
mis besos en tus labios, con sabor a nostalgia.

Ayer sentí el sabor de los besos en la distancia,
como una ola que golpea las rocas en la playa,
el roce de tu piel en mí piel, soñando yo estaba,
acariciando tu sencillez, de curvas desatadas.

Ayer sentí que el amor que irradias, me llena, me sacia,
me otorga la luz, que veo en mí alma,
una sensible llamada, que de mí no escapa,
encerrándote en mí corazón, con las llaves,
de dos vidas que cabalgan juntas en la distancia.

Hoy aquí yo te digo, cómo te amo en la distancia,
escondido entre las letras que se afanan,
por ser una voz que viaja, una linea delgada,
por llegar a tus sentidos, mí bella deseada,
y acariciar con susurros, tus desventuras pasadas.

Tu silueta, en mí mente se engarza,
mis brazos con fuerza, rodean tu ágil espalda,
tus manos en mí nuca, acariciando con ganas,
los labios que se funden, en la humedad sin desgana,
saboreando el amor, que nos falta.




José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 16 de febrero de 2011

Amar y no ser...

¿Es bueno seguir queriendo?, ¿Es bueno seguir sintiendo lo que yo siento?
¡Lo que yo sigo sintiendo!
Lo que yo siento, no lo siente nadie, porque sólo esta en mi cuerpo,
arraigado en mi corazón, en medida con mi alma,
es mi sentimiento.

¡El querer es muy bonito, como se quiere a unos padres,
a tus hermanos, tus primos y a los buenos amigos!...
Pero el amor es distinto, se siente, se percata,
se afana al sentimiento y no por mucho que le des la espalda,
lo seguirás sintiendo.

El amor no muere de un día para otro,
de un segundo a un minuto,
de una hora a una semana,
el amor no tiene tiempo, lo sientes, lo sientes, como yo lo siento...

Por una lágrima no se pierde el sentimiento de amar,
aunque no aya lágrimas, que desaten esos sentimientos,
que en su calidez desborda por la mejilla,
y enfriándose, es absorbida por tu piel, o por un pañuelo,
que después guardas en el olvido.

¡Como siento yo el amor, como siento y lo seguiré sintiendo,
aunque no sea correspondido!
Pero duele, el sólo saber, que sólo te quieren como aun amigo,
que el amor que pudo a ver, ya no está contigo,
sin lágrimas, todo en su interior sin saber o poder amar a tu amigo...

El amor puede morir sino es continuo,
si juegan con el con la arena y la cal y la cal y la arena,
aunque no mure en una palabra,
porque si amas de verdad, con la voz o con las palabras, amas.

Hoy me duele el corazón, el alma y los sentidos,
pero no me olvido de amar a ese amig@,
porque mi amor es pasión, y no un loco torbellino,
que se parte en dos, cuando choca con un muro de granito.
Y quiebra su interior y se deshace como el aire mismo,
como el hielo en unas cálidas manos o como el papel mojado,
por esas lágrimas que desaparecen al final de tu barbilla.
¡Hoy me siento mal y no por ello dejaré de amar a mi amig@!



Esto lo he escrito yo, y mi nombre es el mismo, pero hoy no lo dejare escrito.

viernes, 4 de febrero de 2011

Bello sueño.

He despertado y he olido la fragancia de tu ser en el cuerpo mío,
he oído tus risas en mis oídos, llegaban de lejos ,aunque las siento conmigo.
He sentido tus manos en mí, acariciando cada pliegue de mí piel y el cosquilleo de tus besos.
He sentido todo ésto y aún estaba dormido.

Ya no sé si estoy despierto, o si aún sigo durmiendo, en esté maravilloso sueño.
Siento el calor de tu ser, acercándose a mí frío cuerpo.
Tu cuerpo rozando mi cuerpo, dejando tu pasión, dejando tus sentidos,
requiebro del amor que tu has elegido.

Siento mí voz que llega a tus sentidos, hablando de nuestro amor,
y de lo mucho que hemos vivido, de la constancia de tenerte en mis sentidos,
de la lejana línea del suspiro, de los redondos y sutiles quejidos,
que emocionan mí corazón, porque de tu corazón yo no me olvido.

Sigo teniendo tu amor, sigo teniendo tu alma y tu candor conmigo,
tu estrella, en el infinito de mis sentidos, tu nombre grabado en mí,
grabado hasta tenerte conmigo, lo llevo sin temor en mi alma,
en mi cuerpo y en mí corazón, porque sigo contigo.

Mis besos con calor, yo siempre te los dedico,
con gracia y sin temer, acariciando tus labios de rico placer,
que se van haciendo cada vez mas mios.
Y mis labios, cada día son tuyos, para que los beses,
y los muerdas con tus mil sentidos...



José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 29 de enero de 2011

Me falta tu presencia.

Me falta tu presencia, tus besos, tus palabras, tus risas, me faltas tu...
Tus lágrimas que caen por tus mejillas y a mis mejillas se arraigan,
que desde mis ojos de niebla, cae la nostalgia derramada por tu ausencia.

Me falta la vida, la vida que se afana, ausente en la tristeza,
me faltan tus cantos y tu delicadeza, cuando tu me hablas,
y me hablas de tu existencia, ya no oigo tu sonora música entablada,
ni al alba, ni por la tarde, ni en la madrugada.

Una de cal y otra de arena, una de arena y otra de cal,
y yo aquí sin tener ni la cal ni la arena.
Tan sólo unas gotas del rocío, que en las ramas se agarran en la mañana.
Sólo pensando en mí amada, soñando con ella,
despertando en la soledad de tu ausencia.

Descalzo mis pies y me acurruco con la almohada,
pensando y soñando, que ella es mí amada,
acariciando su piel, su piel de seda.
Susurrando palabras, que ya no te llegan,
y quedo dormitando tan sólo en la cama.

Tan sólo me acuesto, tan sólo despierto,
y sigo soñando y sigo sin tener tu canto...



José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 18 de enero de 2011

Olores en la mañana

San Jacinto Rodrigo de Triana,
Plaza de Santa Ana,
pureza bajo las aguas;
calle Betis, rodeando al puente de Triana;
calle Castilla, callejón del agua...

...A su entrada lamentos y llantos al alba.
Y en la madrugada. ¡Un estruendo!
Callan las palabras.

Se pierden las miradas.
Un poeta describe todo, desde su ventana.
A orillas del Guadalquivir,
donde en paz descansa mi amada.

¡Sevilla, Sevilla!, Sevilla y Triana,
barrio de la calzada,
donde nacieron mis padres y a mi me dejaron en la cama.

Susurrando entre la almohada.
Oliendo tu aroma, oyendo tu gracia.
Mil olores ,que me trae la mañana.


José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 19 de agosto de 2010

Está noche.

Esta noche, mojaré mi almohada con lágrimas de nostalgia.
Esta noche, creeré besar tus labios junto a mis sábanas.
Esta noche, sentiré tus besos, aunque sólo sea la brisa
que entre por mi ventana y roce mis labios de deseo.

Esta noche, veré tu silueta en la imaginación de mi cerebro.
Esta noche, oiré tu linda voz en mi recuerdo.
Esta noche, pensaré si piensas que yo te pensaré.

Esta noche, ...Esta noche, rozaré la locura de no poder acariciar
la sencillez de tu mirada y el deseo de tu suave cuerpo.

Esta noche, gritaré al silencio. Quiero sentir tus húmedos besos.
Esta noche, bordaré tus sueños con mis sueños
con los frágiles hilos de mis sentimientos.

Esta noche, dolerá la nada.
Esta noche, odiaré de nuevo la distancia.
Esta noche, no será una noche cualquiera.

Esta noche, es la que más te necesito.
Esta noche, volveré a dormir sin tu delicada piel.
Esta noche, de nuevo, no oleré tu aroma de mujer.
Esta noche, dormiré sin besarte.

Esta noche, quiero dormir, porque quiero soñarte.
Esta noche, volveré de nuevo a amarte,
como día a día te voy amando cada vez más
y más te quiero, vida mía.



José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 18 de julio de 2010

Mí destino...

¡Cientos de posturas, que arraigan como las raíces en la tierra,
del árbol de nuestra pasión!
Ven acercate a mi,
deja que mi cuerpo subyugado por tu amor,
resbale por tu cuerpo desnudo y apasionado.

deja que nuestras manos se agiten entre los mulos.
Deja que nuestros labios se muerdan con el murmullo.
Y mi pecho endurezca por el deseo,
y mi lengua roce tus pezones, refrescando del calor que los oprime.

¡Amor haz que goce en la eternidad de tu figura.
Que deseosas mis ansias no desganan,
y hambriento de tu cuerpo mis manos te hablan,
y mi boca silenciosa...
...Abre camino por tu cuerpo femenino!

¡Mi boca bajara por tu camino,
hasta encontrarse con el destino...
...Ese destino, tu bella flor clitoriana he de lamer entre sollozos,
y gritos mi lengua moja tu rica miel!



José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 8 de julio de 2010

¡Hay silencion que desgranan!

¡Hay silencios que derrotan la más dulce palabra,
cuales rebozan en olvidos y se colman con elegancias!
Hay silencios que desgranan con trémula agonía,
las inquietudes del alma.


¡Hay silencios que conllevan, la ternura de tu voz,
cuando tu en el silencio la declamas, con su sonora música sonada!
¡Y un leve siseo que revela, la sencillez de tu mirada!...


...¡La sencillez de tu cara, de tus ojos, de tu boca ensimismada.
Aquí en el silencio de la madrugada,
oyendo tu voz, oliendo tu gracia!


¡El aroma fresco de la alborada, el sentir profundo del alba,
el amor que conlleva tenerte a ti como mi amiga del alma!


Hay silencios que abarcan, el galopar intransigente,
de los besos en llamas.
De los susurros que matan, haciendo el amor entre las sabanas.


¿Que no ahí sin ti, sin tu vida azorada?
¡Hay la luz de la vida, cual revienta por salir, por donde no ahí salida!...
...-Por donde a tropiezos mi voz, ya no declama-,
el querer oír de nuevo tu linda voz...
...Cual repleta mí corazón, requiebro de mí vida maltratada-.



José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 6 de junio de 2010

Mis sueños

¡Rodearé la sombra de tu hermosura!
Equilibrio cual balanza,- romana descriptiva.
Con la esperanza de alcanzar tú estrella.

Mis sueños están entre las sombras que culminan,
¡ante tu dulce mirada y la mía!
Ante la nostalgia,
las hojas del árbol se precipitan...
...Del florecer de las amapolas, cuales tenues dormitan,
al anochecer.

Reflexionamos juntos,
en un simple amanecer,
¡intensos colores, acuarela de tercios!

Nubes cuales empiezan a envejecer...

...Refrescando nuestras almas desnudas,
en la fuente del querer,
cual nos ipnotiza entre el agua y la sed.

¡Unos pétalos de azahar, critican el aroma de tu ser!
Bagabundeando entre las horas del reloj,
cual se esconde en los sentidos,
con su voz de, -tic tac-.

¡El tiempo no tiene cotas,
no le cuelgan las agujas,
no tiene números, ni puntos...
...Ni comas,
ni acentos de quien lo vanagloria!



José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 31 de mayo de 2010

Nuestra vida

Aunque nacemos desnudos...
...Inocentes, desvalidos.
¡La vida nos va dotando,
de diferentes vestidos!

¡Y la trama de sus telas;
el tiempo la va forjando!
Entrecruzando las hebras,
que los días van hilando-.

Dorados tonos de amor...
...De ilusión, hilos de plata...
...Desengaño y desamor,
hacen nudos escarlata cual oprime...
...Oprime el corazón.

De dolor el tono oscuro-,
¡De la inocencia, los blancos.
De verde, las esperanzas!
El negro...

...El negro.de los fracasos...

¡Trama y urdiembre componen...
...Mil diseños coloridos.
Con infinitos matices,
según los hemos vivido!



José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 15 de mayo de 2010

Porque tu eres

¡Porque tú eres la flor de mis primaveras!
Temprana en la fresca alborada,
el roció cual baña tus pétalos...
...Transformados en preciosa pedrería...

...¡Cuales empañan la mirada de mis ojos enamorados!.-

¡Porque tú eres mí estrella,
cual me guia por el camino!
Ligado al aroma de tu vientre...
...Del sudor de tus manos,
de la yerba que hiere,
al sufrido tiempo desmembrado.

¡Porque tú eres el verde mar embravecido!
Cual se mezcla con el azul de mí cielo,
y se transforma en amarillos.

¡Porque tú eres esa,-
esa yegua en estampida,
al aire tu melena dorada me fascina,
cual va ligado a mi mente,
que sueña en tenerte!

¡Porque tú eres mí luna...
...Mí luna de nácar anaranjado,
mi dama en la madrugada,
cual sale a mí encuentro...
...Brindándome tus húmedos besos!



José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 13 de mayo de 2010

Un silente despertar

En la noche de mi vida,
miré al mañana,
y vi mí final,
en un camino de espinas.

Me acompañó siempre.
Pero la meta ya está cerca,
ahí todo acabara.

¡Mí sufrir,
el llanto que ha marcado siempre mi vivir...
...En los últimos tiempos,
el velo candoroso cual rozo mí corazón!

¿Estoy en el otoño de mi vida...
...Ha llegado mí canción?

Ahora mundo yo he de partir,
no se cual futuro-presente me deparará.
Esperare sentado en el viento,
cual mece las mustias hojas...
...Del árbol muerto...

...Algún día volveré a tu recuerdo.
No olvides que de tu vida,
fui parte de tu andar,
aún aquí no lo pierdo.

¡Y veo que te conocen en todo lugar.
Cumpliste tu sueño,
ser escritor y poeta,
muestra al mundo lo que puedes dar!

¡Haz de tu vida un modelo,
un si lente despertar!

¡Que otros en tu lugar,
estarán en el mañana.
Que sepan que puedes resurgir del mar.
Del mar de la nada,
donde ya nadie te gobernara!



José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 11 de mayo de 2010

¿Cuando llegaras?

¿Porque ya, tus lindos ojos de pura miel,
no quieren ver, mas allá de tú mirada?
¿Porque tus ojos, como estrellas de colores,
sólo quieren mirar, hacia de tras?
¿Porque sólo, tus ojos, porque?

¡Porque, mis ojos siguen observando, tú firmamento-,
ese cual llenas de blancas esperanzas!
Y de buenas a primeras acabas con ellas...
...¿Porque he de seguir insistiendo, por tú querer?
Di me tú, si lo debo saber...

...¿Será que se perdieron, en el pasado,
será que no quieren, mirar atrás?
Cual blanco, y fino velo...
...Le impide, a la mirada regresar.
Su futuro es incierto,
aquello que ocurrió, me dejo en la inseguridad.
Y no sabes, cuanto deseo...
...¡Y deseo que algún día, mis ojos y tus ojos,
sus miradas, puedan enlazar!

Ese cuando, que lejos siento que ésta.
¡Tus ojos con mis ojos, quiero entrelazar!

¡Mirando a las estrellas, y a la luna...
...A la luna de nácar cuando, roza el mar!

Sentados, en la blanca arena,
allá donde descansa sus olas la mar.-

Tus largos, y dorados cabellos,
muy pronto se juntaran...
...Como la aurora.
¡Cuando se viste de azul,
en nuestra, madruga!



José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 23 de abril de 2010

Hoy cerrare los ojos

¡Hoy cerrare los ojos al tiempo!
Y lograre sentir el suave aroma,
¡De las flores, cuales reman san mí aventura!

¡Hoy cerrare los ojos al tiempo!
Lograre sentir el mar.
¡De lucidas aguas, y dulce colorido!
Cuales impregnan mis venas de sal.

¡Hoy cerrare los ojos al tiempo!
Lograre construir unas álgidas almenas.
¡Para levantar mí castillo,
de arena saciada de la mar!

¡Hoy cerrare los ojos al tiempo!
Y dejare la tristeza aun lado,
y de mis poros resurgiera,
de nuevo la armonía.

¡Hoy cerrare los ojos al tiempo!
Porque si no los cierro yo muero.
Y moriré, sí moriré...
...Por dentro de mi cuerpo.



José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 17 de abril de 2010

Un poeta

¡Le canta a la noche,
y en la madruga a la luna de nacáreas anaranjadas!
Con jirones de estrellas balanceando se.
Le lanza besos a las estrellas,
Bellas mujeres que caminan allá a lo lejos.

Le da los buenos días al sol,
y reza con poesía al alba.

¡Habla, ríe, juega con las bellas flores!
observa la caída del roció,
y lo transforma en preciosa pedrería,
sobre el fuerte color de las rosas.

Del blanco,
y del amarillento de las margaritas,
la triste amapola, su color detiene en la primavera.

Poeta que miras con extraños ojos al mundo,
al cual coloreáis con trémula inocencia,
las nube sillas de grana y oro...
...Al mar con su verde mayo,
y a la tierra...
...La tierra,- con semillas nuevas.



José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 7 de abril de 2010

¿Quieres acercarte a mí?

Cientos de posturas.

¡Que arraigan como las raíces en la tierra,

del árbol de nuestra pasión!

¿Quieres acercarte a mi?





Deja que mi cuerpo subyugado por tu amor,

resbale por tu cuerpo desnudo y apasionado.

¡Deja que nuestras manos se agiten entre los mulos,

y mi pecho se endurezca de deseo por tus besos!





Deja que nuestros labios,

que nuestros labios se muerdan con el murmullo...

...Con el murmullo de nuestro silencio.

¡Y mi lengua roce tus pezones,

refrescando los del calor que los oprime!





Amor haz me gozar en la eternidad de tu figura.

Rodare tu cuerpo sobre el mio como un imán,

y acariciar tu deseo que deseosas mis ansias no desganan,

y hambriento de tu cuerpo mis manos te hablaran.





Y mi boca silenciosa,

abre camino por tu cuero femenino,

desgarrando la ropa.

Que a su paso, a jirones te desnuda.





Y mis besos y mis labios,

Beberán de la dulce miel,

de tus húmedos labios,

que ansían por comer, mi cuerpo descastado.




José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 4 de abril de 2010

Eres la niña descalzada

Eres la reina que yo buscaba,
entre algodones y telas de araña,
eres la mujer mas deseada...
...En tus historias tú sólo mandas.

Eres la niña descalzada,
cual juega con la pluma ensimismada,
dejando caer la tinta en el papel,
que antes no hablaba.

Escribiré lo mejor de nuestras vidas,
en el azul del tiempo,
cuando estés aquí para mis versos.

Aunque siga escribiendo,
seguiré escribiendo por nosotros,
con tintes de acuarelas,
cuando estemos en silencio.

¡Sobre el llanto morado,
de la luna de incienso.
Entre, -párpado y párpado-,
miraremos al cielo,
secando nuestras lágrimas,
con nuestros besos!



José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 31 de marzo de 2010

Las palabras

Yo secare tus lágrimas,
tus lágrimas yo secaré con mis besos.
¡Y las convertiré en risas,
en los húmedos labios de tu boca!

Y junto a mis sentimientos,
hacia ti...
...Hacia ti volaran por el universo.

En busca de nuestro candente amor.
Ni el sol alumbrara a la luna al anochecer,
como mi amor alumbrara tu vida al amanecer.

¡Mi arco iris eres tu,
entre nubes de algodón,
y olores de azahar!

¡Pero ya sabes lo que siento por ti,
y que te quiero,
y te quiero tener junto a mi!

Aunque dicen que las palabras,
las palabras se las lleva el viento,
¡pero yo soy tu viento,
y tu mis palabras!
Las palabras de mis sentimientos.



José Manuel Sirgo Gallardo

De mí querer

¡Musa de mis eventos nocturnos!
De mis salidas en acuarela,
de mis quereres al oleo,
suave lienzo...
...Que he de tintar con el filo de mi pluma.

Con la destreza de lo hablado
y con el singular movimiento.
Cual derrotan tus caderas,
¡al son de tu hermoso cuerpo!

¡Y tu belleza ambulante!
Descargando su tormento,
que a mi me dejas aparte
y no podre tenerte,
ni podre buscarte
y no te encontrare por ninguna parte.

Miraré a las lucidas estrellas,
allá en el firmamento.

¡Y tu linda cara estara entre ellas,
con tu humeda y hermosa sonrrisa,
pidendo que mis labios se rocen con tus labios!



José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 2 de marzo de 2010

Yo te las dare

Yo te las daré,
esas alas para que puedas volar...
..volar hacia mí.

Un día cualquiera me presentare,
con mi vuelo emprendido hacia tu corazón,
y mis alas serán tus alas,
un día cualquiera, de ésta dimensión.

Yo te las daré,
unas alas tan grandes,
como el cielo azul.

¡Cálidas como el sol cuando late tu corazón.
Plateada como la luna,
cuando aparece en la madruga!
Yo te las daré,
para que al fin, tu puedas volar.



José Manuel Sirgo Gallardo

Por tí

¡Eres mí cielo lindo llenito de estrellas!

Como los lunares que escondes en tu piel canela.

Llenita de pecas, como salpicadas al ha zar,

cuando se alumbran tus ojos por la luna llena.





¡Como ralladura de limón, tu fragante olor a mi me sosiega,

llenita, llenita de lunares moros,

a la luz de las velas!

Desperdigadas por tu suave piel de nata y fresa.





¡Por tus cabellos el sol despierta,

de rizos dorados que en mi mente se aferran!

Tu linda carita que a mi me llena...

...Tu risa en mis oídos...

...Dulce serenata de una noche trémula.





Yo quiero decirte al oído,

¡que eres mi sol,

mi estrella y mi luna de nácar en ésta noche eterna!



José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 27 de febrero de 2010

¡Enamorado!

¡Enamorado-, mi amor de ti,
de toda tu!
De ese arte que me tienes,
la gracia y la simpatía.

!Del cariño que me das,
y de todo el amor que recibo,
de ti vida mía!

Si, amor me voy-,
pero no me voy-,
¡no me voy, a despegar de ti en toda la noche,
en todo el día, en toda la vida!

¡Te tendré en mis pensamientos,
en mis sueños, en mi corazón,
y al despertar te seguiré pensando!
Y te extrañare de nuevo,
eres mi vida y yo te quiero...
...Te quiero, sólo a ti...


José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 23 de febrero de 2010

Quieres sentir

¿Quieres sentir las caricias de mis manos?-
-¿Rozando tu suave piel ensimismada?
¿Quieres sentir como mis dedos entran por tu cabello...Desenredan-dolo?

¿Quieres sentir mis labios?
Besar tus hombros.
¿Di-me si quieres sentir mis besos en tus húmedos labios?
¿Si quieres que hagamos en amor sin condiciones?

¿Di-me si quieres que te susurre?
Que te susurre. en el oído cuanto me haces sentir emociones.
¿Di-me amor?
¿Mi dama, mi flor?

¡Sencilla en la primavera!
Si me quieres sentir,
¿desnudo entre tus ansias,
revuelto en tu calor?


José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 21 de febrero de 2010

¿Yo soy de cera?

Si con tu amor,
yo me transformo en cera.

Y por el cálido sol,
he de tener tu mirar,
la cual me inflama,
me inflama en la conquista.

Con tu mirada,
mi sentido se va fuera.

Y es que soy,
de lejos inflamado,
¡por tu cálida mirada...
...encendido!

Tanto que en mi vida me desplomo,
y se cuaja mí sangre,
la sangre por mis venas.


José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 18 de febrero de 2010

No llores

No llores si alguien se ha marchado de tu lado,
no responde a tu amor, o se ha burlado.
Dios observa y a cada ser cuando más lo necesite le dará lo que merece...

Si vives penando en la desolación, no vives...
Deja las puertas abiertas, así el corazón que te merece pueda entrar.

El amor no ha nacido para derramar lágrimas,
ni esclavizar nuestro futuro al lado de quien no nos ama,
o no amamos.

La vida es corta y es para ser feliz.
El amor no hay que suplicarlo o someterlo a la resignación.

Amor es un camino que transitamos,
aferrados a otra mano que necesita nuestra compañia,
porque nos ama.

Sabrás cuando el amor es sincero...
El corazón entiende cada uno de sus colores,
y de alguna manera te lo informa.

El verdadero sentimiento no sabe de engaños o camuflajes.
El amor verdadero le pone aroma a tus sentidos,
no sabe de frutos prohibidos,
ni distancia... Es dulce y madura con el paso de cada día...

No llores si la carta no llega o el teléfono se niega a reproducir su voz...

¡Abre tus ojos!
No llores más...
¡Hay muchos corazones necesitando tu sonrisa y tu mirada!


José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 16 de febrero de 2010

Cuando la vida ya nada me ofrecia

Llegas, amor,
¡Cuando la vida ya nada me ofrecía!
Sino un duro sabor de lenta consunción,
y un saberse dolor desamparado.

Casi ceniza de tinieblas;
llega tu voz a destrozar la noche,
¡y asciendes por mi cuerpo,
como el cálido pulso hacia el latir postrero!
De quien a solas sabe.-
Que un abismo de duelo lo sostiene.

Nada había sin ti,
ni un sueño transformado en vida,
ni la certeza que nos precipita
hasta el total saberse consumido;
sólo un pavor entre mi noche.

Levantando su voz de precipicio;
era una sombra que se destrozaba,
incierta en húmedas tinieblas,
y engañosas palabras destruidas,
trocadas en blasfemias que a los ojos,
ni luz ni sombra daban:
Era el temor a ser sólo una lágrima.

Mas el mundo renace al encontrarte,
y la -luz es de nuevo luz-,
ascendiendo hacia el aire,
la tersa calidez de tus alientos.

Lentamente erigidos;
brotan de fuerza y cólera,
y de un aroma suave como espuma,
tal como un leve recuerdo,
que de pronto se hiciera un muro de dureza,
o un manantial de sombras.

¡Y en ti mi corazón no tiene forma,
ni es un círculo en paz con su tristeza!

Sino un pequeño fuego,
el grito que florece en medio de los labios,
y torna a ser el fin.

Un sencillo reflejo de tu cuerpo,
el cristal que a tu imagen desafía,
el sueño que en tu sombra se aniquila.

Olas de luz tu voz, tu aliento y tu mirada,
en la dolida playa de mi cuerpo;
olas que en mí, desnudase como alas,
hechas rumor de espuma, oscuridad, aroma tierno,
cuando al sentirme junto a tu desnudo sollozo,
se ilumina la forma de mi cuerpo.

Un mar de sombra eres, y entre tu sal oscura,
hay un mundo de luz amaneciendo.


José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 20 de enero de 2010

Si supieran mi amor

Si los demás supieran mi amor,
¡que tu piel es la que mas brilla ante mis ojos!
¡Que tus ojos son los que tengo yo,
como las únicas estrellas de mi firmamento!

Y mi luna eres tu,
¡esa luna que no se esconde de mis sentimientos!
Si supieran mi amor,
que de ti vivo en la noche,
que por ti -muero y muero-,
¡y no me duele morir porque te quiero!

Si supieran mi amor,
que todo no son recuerdos,
que la vida sigue y sigue su cansino camino,
y aun no te tengo.

Si supieran mi amor,
que las llamas de nuestro amor,
aun siguen ardiendo,
como flores que nacen y crecen en nuestro interior.

Si supieran mi amor,
¡que todo ésta en el amor de nuestro silencio!
Nuestros sentimientos nos persiguen...
... Y nos alcanzan en nuestros pechos,
que se pierden en la lejanía,
y cuales quedan sumergidos.
En el amor que nos atrapa en su agonía.


José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 4 de enero de 2010

Esé amor cuando nos toca

¡Quiero acariciar con mis dedos,
tu dorado cabello,
que irradia brillante su inocencia!
Acercarme con mis labios,
¡hacia la miel de tu boca!

¡Saborear tus húmedos labios...
...Cuales me apasionan.
Morder tu lengua mientras me tocas,
dejar caer mi calidez por tu firme cuello,
hasta tus hombros,
por tu camino de rosas!

Cerrar -paso a paso-, mi boca.
Quiero lamer entre tus pechos,
sentir tus pezones en mi lengua.
¡Como la campana que se agita esplendorosa!
En el campanario de nuestros deseos.

¡Acariciar tu espalda, y bajar con mis dedos hasta tus nalgas!
Tumbarnos en el silencio,
al oír el estruendo, de nuestros corazones.
Como se sofoca, por nuestro parpadear que nos aflora.
Quiero hacerte el amor...
...¡Aunque solo sea un día, o unas horas, o cientos de minutos!
Cuando tu y yo estemos a solas.

Meternos bajo las sabanas,
cerrar los ojos,
y sólo sentir nuestros cuerpos cuando se rozan.
Y despreocuparnos, de quien es quien, y quien toca.
Besarnos nuestras bocas, y lamer cada poro que se exponga.
¡Hacernos el amor ese amor cuando nos toca!


José Manuel Sirgo Gallardo

Unas palabras hacia la esperanza

Para aplacar su anhelo...
...Van los hombres errantes.
Sin otra recompensa.
Espejismos,
que prenden del cansancio,
de sus miradas.

Contemplan ausentes,
-la pobreza, el dolor y la miseria-.
Imágenes,
de un mundo destronado.
Por el odio del -hombre contra el hombre-.
Y es doloroso,
ver que con engaños,
Los hombres viven juntos,
con desdeñosos gestos,
ante el dolor ajeno indiferentes,
y seca aceptación, la rapiña.

Criaturas que sollozan,
mendigos que agonizan,
agonizan solitarios.
Mujeres maltratadas,
que se esconden,
detrás de las tinieblas,
por el miedo.
De tanta desventura que las cubre.

El sopor de la muerte...
...Avanza,
flor sedienta.
¡Sólo la mentira sobrevive!

¿Pero aun muerde la vida?
Esa carne verdadera,
que es el templo del espíritu.
¡Y ante tanta miseria,
se opone la injusticia!
Y de repente, -a golpes
a golpes-, despierta.
Aquellos hombres,
que alguna luz aun conservan.


José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 3 de enero de 2010

Por nuestros cuerpos doloridos

Sólo mirare entre párpados,
¡y veré al amor de mi vida!
Escondiéndose de la sombra de la llama,
que brota de la vela ensimismada.

¡Que -gota a gota-, su cera cálida derrama.
Y formando ríos de cera,
suaves y delicados,
como tus besos vida mía!
¿Subrayados quedan en mis labios?.

La lujuria se ha encendió,
entre besos y susurros,
yo dejo que avance,
¡y tu la reclamas inmersa en tus sueños!...
...Que mi cuerpo con el tuyo se rocen-...

Infranqueables ante tanto color de sedas.
Tu lengua con la mía.-
¿Entrelazadas en su agonía,
queriendo avanzar y no llegan?
¡Por nuestros cuerpos doloridos!


José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 2 de enero de 2010

Cuando me toca

Quiero mirar atreved de tu ventana,
la oscuridad me hiela...
...Y me abandona-.
¡Tu mirada como la llama que brota,
del candil que a mi me toca!

Tus ojazos llameantes me miran...
...Insinuantes, desmedidos, me apasionan.
Y tu boca quiere me morder,
mi audaz tristeza.

Mi saliva cae y se transforma.
¡Tu me atraes amor y no dejas que yo robe tu corazón!
Cuando tu ya me lo robaste,
y lo cubriste de tu pura razón,
cual me toca.
Caigo en desmedida -con mis labios hacia tu boca-.


José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 1 de enero de 2010

Mi dama

¡Estoy aquí!
¡Para sentir el bello latir,
de tu hermoso corazón!
-Y mirarte a los ojos-
¡Y decirte cuanto te quiero!

Porque eres mi ángel celestial.
Que con tus alas me has de amar.
¡Tu eres mi lindo amanecer!
Cual me llenas de -gozo y placer-

Mi preciosa dama.
Mirando sin poder acariciar, tus tersas mejillas.
Sin poder...
...Sin poder morder, tus delicados hombros.
Sin poder...
...Sin poder, oler tu suave aroma de mujer.

Quede prendado de ti,
de tu mirada fulgurosa...
¡De tus pechos que adormecen mi esperanza!
De tu boca, sencilla madurez que me derrota...

Quisiera besar tus húmedos labios.
Cuales atormentan mis sueños...
¡Cuando te pienso y te pienso!


José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 31 de diciembre de 2009

Jirones de esperanzas

Quiero hacerte el amor,
entre versos de lujuria,
entre besos y tocamientos de mi cordura.
Haz me sentir que me tienes dentro.
Que lo gozas y acaricias mi cuerpo.

Quiero seguir sintiendo la suave,
la suave linea que forman tus caderas.
Y apretarlas en mis caderas,
cuando arde la miel de tu caldera.

Quiere me recorriendo tu cuerpo,
de tu profundidad, hasta tus lindos pechos.
Y mi lengua infinita resbale por tus sentimientos,
saboreando cada centímetro de tu dulce y armonioso centro.

Quiero que seas mía soledad,
quiero tenerte entre mis brazos cada día,
cada noche consentida.

Quiero que sepas que te amo,
que te deseo con mi alma herida.
Quiero que agarres las penas de mi alma,
y has con ellas jirones de esperanza.


José Manuel Sirgo Gallardo

Quiero sentir

Quiero besar tus labios cuando queman.
Quiero besar tu suave cuello,
cuando lo desperezas.
Quiero besar tus hombros,
y recorrerlo hasta tus manos.

Quiero besar tu espalda,
y sentir en tu piel,
como se eriza por mis besos.
Quiero besar tus senos,
y morir besando tu hermoso cuerpo.

Quiero ver tu suave piel, sentida por mis deseos.
Quiero ver tu cuerpo denudo, entre mis versos.
Quiero ver cada poro de tu cálido cuerpo.
Quiero ver la sensilles de tu mirada,
cuando atraviesa mi cuerpo.

Quiero ver como ansias por tenerme, cerca de tus besos.
Quiero recorrer con mis ojos cada rincón,
cada pliegue de ternura que me llena
y me haces gozar en mi silencio.


José Manuel Sirgo Gallardo

Tu tienes la culpa

Tu tienes la culpa amor mio.
¡Eres mi amiga especial!
¡Mi sueño hecho realidad!
Mi desesperar cautivo, que ahora solo queda en mi recuerdo.

¡Eres la diosa, en mis sueños de amor!
¡Eres la reina que llena mi corazón!
Eres esa mujer que me hace gozar,
solo por oír tu voz.

Gozo al verte tan cerca,
y no poderte tocarte,
y me haces ser un naufrago,
perdido en la realidad.


José Manuel Sirgo Gallardo

Necesito de tí

Necesito un soplo de ti cada instante.
Sentir que tus labios me queman,
en mis labios.
Sentir como tus besos resbalan por mi cuerpo.
¡Sentir que estas ahí,
y que eres el centro de mi universo!

¡Yo quiero entrelazar mis dedos con tus dedos!
¡Mi pelo con tu pelo!
¡Mi alma con tu alma!
Y sentir como susurras palabras en mis oídos.

Y que sientas el calor que brota de mis adentros.
Cuando hagamos el amor, yo moriré,
y volveré a nacer en tu recuerdo.


José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 29 de diciembre de 2009

Las paginas del tiempo

¡Para ti las paginas del tiempo soy!
¡Para mi las paginas en el tiempo eres!
Las que tintaré en mi ser
Soñando contigo amor.

Haciendo saber a la vida,
que solo por ti volví a nacer.
Que solo por ti vi la luz de un nuevo amanecer.
Y que la palidez de la luna,
ya no me ha de asustar.

Porque se que habitas en mi.
Porque se que no me faltaras.
Naufrago soy de mi,
en tu ausencia.


José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 21 de diciembre de 2009

Quiero.

¡Quiero besar tus húmedos labios!
Quiero recorrer tu cuerpo,
en desnudes entre roces de sabanas de seda.
Y la fragancia de tu ser.

Quiero besar cada poro.
Si cada poro de tu piel.
Que en mi agonía de tenerte me haces enloquecer.

Quiero que seas mía y declamar cada suspiro,
cada gota caída por tu amanecer.
Quiero oír el silencio de tu alma,
al son de la música que susurrabas al ayer.


José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 14 de diciembre de 2009

La señal

¡Ahora te respondo!
Amor eso no he querido.
¡Te quiero, y te quiero amar en la profundidad!
¡Deja que vuele hasta tu ventanal,
abre tus puertas, quiero hacerte gozar!
Siente me como llego a tus entrañas,
como volcán en erupción.

Deja que te llene de mi frescor.
No llores vida mía.
¡Sólo estoy declamando por tu amor!
No dejes que me vaya,
abre me tu corazón.
como abrí el mio, por tu voz.

¡Quiero que me beses en los labios!
Recorre mi cuerpo, con tu ser,
deja notas en mi pecho,
déjeme tu querer.
Pegado a mi cuello.
¡Señal de tu pasión!


José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 13 de diciembre de 2009

Armonía

Si de mi baja armonía,
tanto puede el son.
¡En un cierto momento,
traerme una canción!

El animado viento
Y la furia del mar.
En un suspiroso momento.
¡Apreté los labios en ella!

Con tanta fiereza.
¡Descargue mi ira,
en una rubrica!
Armonía placentera.


José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 11 de diciembre de 2009

Tú verdad

Tan sólo la fuerza de tu verdad.
¿Sería cantada.
Alguna vez sin ella?
Sería tan bien.
Otras notas gastadas,
de ásperas y rudas corcheas.

Armada de semi corcheas.
Débiles al son de tú mirada.
Frágil como el vidrio.
-Transparente y lucido-,
de una copa vacía.
Cual resuena al pellizcar.
¡Su fino cuello de boca!


José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 10 de diciembre de 2009

Entre nosotros

¿Cuando llegará ese día?

¿Cuando mis ojos se maravillen,

con tú firme belleza, vida mía?

¿Cuando podré admirar,

admirar tú hermosura?

 

¡Delicada flor de rosas,

de blancos pétalos,

de tiernas sedas!

¿Cuando me darás el placer,

que tanto anhelo?

¡Por sentir tus besos,

esos dulces besos

en mi boca!

 

¿Cuando podre absorver,

tú meloso sabor,

que me apasiona!

¿Cuando dejaras que tus manos,

se entrelacen con mis manos?

¡Quiereme con tú dulce aroma!

Con tú suave delicadeza besamé,

¡Ámame y te abre amado,

en los silenciosos sueños,

que serán perpetuos.

entre nosotros!


José Manuel Sirgo Gallardo

Tus miradas llegarán

Tus miradas llegaran,
con la fuerza de tu amor.
Mis ojos quedaran,
fijos en tu candor.

¡Mis manos rodaran por tu espalda!
Acariciaran tu alma.
¡Besaré tu cuerpo
desde tu boca,
hasta tu universo!

¿Arraigara la semilla,
en tu vientre dorado?
¡Nacerá una seguidilla,
un tango, una poesía!

Será el fruto cálido,
de nuestro amor cauto.
Será tu voz y mi pensamiento.
¡Será la luz del firmamento!


José Manuel Sirgo Gallardo

Sólo tú

En mi mundo tus ojos aparecen al alba...
Cuando llega la oscura madrugada.
En mis sueños yo te hago mía.
¡Es tú rosa mi elegida,
la que deseo con ansias amar!

¡Con plácida alegría,
me succionas vida mía!
Yo caeré rendido ante tu placer.
Deseándote cada día, cada noche,
en un minuto perdido.
¡Entregado a tu cuerpo,
cual susurra en mis ansias tu verdad!

Al encontrarme sólo en mi lecho.
Te vuelvo a pensar.
Tú fragancia se derramará,
en mi almohada de soledad.
La abrazaré, hundiré mis labios en ella.
¡Reflejo de tu querer,
cual mi corazón lleva!

¡Soy tuyo, y tu serás mía!
Una noche o un día.
Cuando nos amemos,
-solos sin oír, ni ver-.


José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 8 de diciembre de 2009

¿Caerá la gloria?

¿Caerá la gloria, cual pretendo entender?
¡Por las dulces, perdiciones de tu cuerpo,
para no perder, el contento de mi ser!
¡Admiro tu cuerpo, sin parpadeos contemplé!


Por mas que intento, no perder la gloria,
y seguir con mi honra...Mi pena.
¿Porque ya no me duele? Tener que sufrir.
Los males de amor, que a mi me conllevan.


Tan solo yo, ¡puedo escribir mi tormento!
¿Será por ser? más presuntuoso que vos.
Aunque no quiero perder los sentimientos.
Cuales conservo, de nuestra acalorada pasión.


José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 7 de diciembre de 2009

Tus ojos

Tus ojos son tan grandes,
¡cual grandes, son tus pestañas.
De dulces mieles, que adormecen!
Cobijados, en tu linda cara.

Tus ojos con mis ojos,
¡Hemos de entrelazar!
Mirando al horizonte...Cual nos llama.
¡Observando en lo profundo, nuestras almas!

Rebozando de amor, la nostalgia.
¡Abrigándonos con el sol, al alba!
Descubrir a la luna amada,
tú piel sobre mi piel...Saciada.


José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 1 de diciembre de 2009

Hundido en mis pensamientos

Vil locura que me entretiene,
mal de mi recuerdo que aborrezco,
respeta mi sueño silencioso,
del tosco seguimiento.
Destronado en mi muerte,
descansado, moribundo,
desecho.
Desencadenando,
que se resistan mis lamentos.

Movimiento impetuoso,
cual desequilibra mis redes,
desestabilizas mi alma,
y mí corazón muere.

El fresco aire remueve,
las hojas en mi camino,
las aparta, las adormece,
quedando al sol marchitas,
pudriéndose.
Renace la vida,
nueva vida por la que fallece.

En el remanso he quedado atrapado,
de ese turbulento río de amores,
y las bellas flores a mí alma,
vuelven y vuelven.


José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 28 de noviembre de 2009

Rosas

Una rosa tan linda como tu.
es una vida,
en unas manos que la hieren.

Tu como una rosa,
nos muestras tu frescura,
y a la vez tu calidez.

Tu como la rosa,
eres la fragancia del querer.

Tu como está rosa,
tan suave y aterciopelada,
como tu rosada piel.


José Manuel Sirgo Gallardo

Tus labios

¡A esos labios hermosos cuales me hacen sucumbir!
Por tus besos daría, el cielo, la tierra y el mar,
el sol al alba y la luna en la madruga.

Mirando a tus labios quede perplejo, sin poder hablar,
ay ricura, que bien sabes besar,
me tienes ahogado con tu aire al cantar.

De rojo carmín, anaranjado el jazmín,
miro, remiro y vuelvo a mirar,
tus labios, ricura de amar.


José Manuel Sirgo Gallardo

Sostengo

Sostengo yo el amar profundo en el cielo,
en mi desaliento en voz suspiro.

Observo un destello en el mar caído,
cual colmará una gota en mis versos.

Descarriado sigo escribiendo,
rematando las tornas del beso.

Susurre en su silencio,
grité en mis adentros.


José Manuel Sirgo Gallardo

Anhelo

De mi destierro por tu dulce cuerpo¡
Al despertar y no encontrarte en mi lecho,
tan solo ver la almohada vacía, sin tu azabache cabello,
impregnada tan solo en ella, tú sutil fragancia¡

Anhelo de mi tierra, mi poesía callejera,
que en ella predico, mi relatada armonía,
cuales naranjos en flor, azahar que prevalece¡
En sus calles, derraman su sabor aromático.

De blancas esperanzas, anaranjado atardecer,
de verdes arbolados y su rosa de sangre hieren,
sin olvidar tú presencia, querido amor que duele¡.


José Manuel Sirgo Gallardo

Una golondrina

Una golondrina dejo un sobre en mi ventana y voló,
un sobre lacrado en cinco puntos.
En su interior, el sol cual calienta mi solitario lecho,
la luna en plata fervor de mis sueños,
un rico aroma de rosas, talladas en versos,
unos besos de unos labios muy bellos,
mil palabras que llenaron mi universo,
un poema recitado, que sonó en mis adentros.


José Manuel Sirgo Gallardo

La banda de la maría

Una banda de músicos chufletas,
que van armonizando su música,
con tambores, trompetas y panderetas.
Por callejas y callejones, de la mía pureza,
ya se quiebran sus puertas de la sal que eleva,
en mi triana la primavera despierta.
Desde donde observa el torero, Juan Belmonte,
por su metálico hueco, la torre del oro otea.
Tan pequeña y la vez esbelta,
alzando su mirada, hacia la catedral,
ve a un jiraldillo dar vueltas,
por la música de estos chufletas.
Cuales cruzan el puente de mi triana,
hacia la ciudad de sevilla,
por hoy se acabo la fiesta.


José Manuel Sirgo Gallardo

Giralda

Sevilla, de mi consuelo,
Sevilla, con toda mi alma,
ya tienes traje nuevo,
esbelta, y bella giralda.

Con aires de feria,
ya estas engalanada,
con grandes lunares moros,
tienes ya la luz del alba.

Que bonita se te ve,
desde el viejo, puente de triana,
a nuestra gran giralda,
alumbrada con luces de gala.

Flamenca de Sevilla,
por Cadiz, Córdoba, y Granada,
flamenca por tangos y solea,
en mi cama, y con la almohada.


José Manuel Sirgo Gallardo

El pesame

A SANDRA DANIELA TARAGÁN AQUINSKY:

Se marcho...
Se llevo con ella sus vivencias, sus sueños, sus poemas inéditos...
...Un rico equipaje de diamantes del tiempo,
como un tesoro que guardar allí en donde esté.
Dejo un vacío en su vida y un lugar insustituible entre ellos!

Y quedo para ti una parte de ella, reflejada en sus escritos,
que conservaras siempre!

Me gustaría poder expresar el desconsuelo,
que con su ausencia, le causa,
aunque es un alivio poder pensar,
que tuvo que ir a un buen sitio,
y que no ha fallecido.

Vive en el cariño de tu familia y en tu recuerdo.


José Manuel Sirgo Gallardo

La sombra

Tras de ti llevas la sombra y te apresura,
tú siempre vas delante la primera,
no puedes caminar de otra manera,
por mucho que lo dicte tu mesura.

Aunque el mundo se pierda en su locura,
y amenace un crespón de muerte tu quimera,
en tu genio la dulce primavera,
derrotará la sombra y la amargura.

Vivir es buen vivir si hay esperanza,
olvida esa sombra que te asecha,
que es tuyo ese paisaje de añoranza.

No temas que te hiera alguna flecha,
porque si obraste bien no habrá venganza,
y al fin recogerás buena cosecha.


José Manuel Sirgo Gallardo

Azahar

La primavera agita con sus alas,
la gloriosa fragancia,
del dormido naranjo.
Cual enciende, temblorosa,
la suave nieve del azahar.

¡Su polen, sopla germinando!
Inalterado, quiebra agradecido.
El perfume intenso de sus flores,
aspirantes,
de su blanca eternidad.

Siempre, su vida generosa.
Iniciada en el gozo.
Aquél la llevó,
la llevo a sus labios,
cuales besa al descansar.


José Manuel Sirgo Gallardo

He sentido

He sentido en mi pecho...
El desgarro del alma.

La garra del dolor hecha jirones.
Cuando al fondo de mi espíritu se agarra.
He sentido el loco torbellino...
De ese huracán, sobre la roca blanda.
Y el temible graznido de la mar,
sobre pasando, la muralla de granito.

¡Navegaba a la deriva,
sin remos ni timón,
mi pobre barca!
Y la furia del viento...
Hasta el confín del mar, quería llevarla.
A mi al rededor, las luces de las estrellas.
Enardecía, una esperanza
Esperaba el reloj, la media noche,
su sonora música sonara.

¡En la mesa, las uvas en los cuencos.
Pendientes por sus campanadas!
El espumoso champaña, en cada copa esperaba.
¡Sobre un mantel de rosas blancas!

Quedaron sin son las uvas.
Las burbujas llenas de nostalgia.
Nadie despidió, la Noche Vieja.
Nadie de la casa,
escucharon, por culpa de mi ausencia.
las campanadas.
Con la ayuda de Dios.
A esa ribera azul... Mi alma llegaba.

El rumor del viento calló.
¡En una dulce playa!
Encontré relajado mi consuelo.
El sueño sosegado de mi alma.


José Manuel Sirgo Gallardo

La vida

Al nacer somos iguales,
dándonos la bienvenida.
Nacemos todos desnudos,
y nos regalan la vida.

Unos la viven muy bien,
a otros se la dan herida,
y pasamos por este mundo,
con más penas que alegrías.

Al contrario que los otros,
la viven.
La viven, sin ser vivida.


José Manuel Sirgo Gallardo

El arte

No hay nada en ésta vida más amado,
que sentir la pasión de lo vivido...
Aunque aveces se goce lo sufrido,
y otras veces se sufra lo gozado.

En los mares del tiempo,
en esos mares del tiempo,
han naufragado,
mil reyes,
mil reyes soñadores se han hundido.

Tan sólo el arte,
no ha sido sometido,
ni la fuerza del amor,
lo ha sepultado.

La vida es belleza,
bellezas con cultura,
que en lo puro del tiempo,
se ha gestado,
en el dulce caminar de la ternura...

Donde nos jugamos,
todo lo soñado.
No hay derrota más ruin,
más ruin, que la cordura,
de no asumir,
tú vuelo liberado.


José Manuel Sirgo Gallardo

Quando meus olhos te ver - Cuando mis ojos te ven

Quando meus olhos te ver,
e näo consegue parar de olhar,
para você,
e os meus dedos,
escrever tudo que você vê,
meus olhos.
Porque a minha boca,
está fechada,
e näo deixar,
que os meus lábios,
pode beijar.
Beijar,
seus lábios bonitos...



Cuando mis ojos te ven,
ya no pueden parar,
parar de mirarte,
y mis dedos,
escriben todo,
todo lo que ven mis ojos.
Porque mi boca ésta cerrada,
cerrada ésta mi boca,
y no deja,
que mis labios,
puedan besar.
Besar,
tus lindos labios.


José Manuel Sirgo Gallardo

Vivir

Cuando se rompa la mañana,
pasaré por el camino,
por un sendero florido,
oiré de la vida,
la caricia.
Esa dulce caricia,
de un, ¡Te quiero!
Palabras en terciopelo,
cuales enamoran,
mis sentidos...

En el bosque de mis sueños,
cual trémula primavera,
¿Estaba libre mi alma?
Sintiendo la vida nueva,
con estrellas,
que iluminan,
el frágil de mi quimera.

Fuente fresca,
de una vida,
que dulce...
...O airada pasas.

Dejando por mi camino,
el rigor de tu balanza...

Paloma, que en el teñido cielo,
elevas,
elevas con temblor tu leve vuelo.
Oigo el canto herido,
de tu amargo,
amargo desconsuelo.

¿Que es la vida?
No lo sé,
algo que pasa corriendo,
y no consigo detener.


José Manuel Sirgo Gallardo

El color

Si tanto la rosa, como la azucena,
muestra a vuestro gesto sus colores,
y tu mirar ardiente,
dulce y de recelo.
Con luz clara,
la tormenta serena.

Por tu cuello pálido y hermoso.
El oro de tus cabellos,
al vuelo.
El aire los remueve,
y los enreda.
Apremio a tus primaveras.

El dulce fruto,
antes que corra el tiempo.
Cubra de blanca,
de blanca nieve,
tus álgidas cumbres.

Marchitará a la rosa,
marchitará a la azucena,
cuando todo mudara,
la edad ligera.


José Manuel Sirgo Gallardo

Jugando a ser principe

No sé si es mi niñez,
que anda volando sin alas,
por lo que lloro al pensar,
escondido entre murallas,
de sentimientos dormidos,
por castillos sin monarcas.

No sé si es aquella vida,
que aparece tan lejana,
la que busca mi memoria,
entre ritmos de añoranzas.
La que acarreaba estrellas,
con luces,
luces azul y malva.
De un cielo color de rosa,
de infantiles filigranas.

No sé si será el recuerdo,
de los besos que me daban,
aquellos padres queridos,
los que a mi pecho,
a mi pecho se arraigan,
o si esta pena que siento,
me la provocó mi hermana,
la gran tristeza sin juegos,
de su vida desgraciada.

O tal vez mis ilusiones,
manojos de flores blancas,
siempre subido en las nubes,
jugando a cuentos de hadas,
entre muñecos heridos,
con espadas de plata.

Convertido en el espejo,
en un malvado pirata,
con los trapos del abuelo,
de calzones y chanclas,
que en el baúl del recuerdo,
dormían entre albahaca.


José Manuel Sirgo Gallardo

Hoy perdí

Perdí la nostalgia del tiempo.
Perdí la inspiración
me faltó tus besos,
llenos de frescor,
tus caricias por mi cuerpo,
ése resquicio de tu flagrante amor.

Hoy me encuentro sólo,
Tan sólo en el lecho.
Que abre hecho,
para perder tu amor.

He quedado sólo en la habitación,
devanando me los sesos.
Índice de mi inspiración.

Hoy quedé pensativo,
cuando me repetías.
Que sólo somos uno y no dos.

Hoy es hoy,
mañana, también lo será.
¿Por qué, los días pasan y pasan?¨
Y no te puedo hallar.

Hoy perdí la inspiración.
Volví a perderte, amor platónico.
Por no darte la razón.


José Manuel Sirgo Gallardo

Mi lecho de carne

Esos grandes ojos negros.
Azabache, cuales frescas rosas negras.
Terciopelo, cual templada aurora,
de purpureas vanidades.
Cuales dulces labios,
¡Son asiento a mis besos!

Tus palabras.
Palabras de suave tristeza amorosa.
De tus risas,
y por todas vuestras cosas.

Yo que por bien,
no busco librarme.
Y amarte a ti a solas,
en mi lecho de carne...


José Manuel Sirgo Gallardo

Su llanto

Sin con dolencias,
ni protestas puedan hacer,
que frenen.
El trasiego de los ríos.

Y en las variadas,
y sombrías montañas,
la arboleda.
Se balancea con su hechizo.

Se entregaron al oír su llanto,
los firmes abetos,
y las piedras frías.

Sin menos caso que los míos,
cayeron.
Cayeron del reino de los miedos.
A mí gran corazón.
Corazón endurecido.


José Manuel Sirgo Gallardo

Dos amantes

...EL...

De repente.
Caí en el vacío.
y con mis débiles huesos,
dí en el suelo herido.
Denegué, de mi existencia,
de mi ser, a ver nacido.

Tú amor se alejó.
Se alejó, como un pez,
cual esquiva, un anzuelo hundido.
Tus cálidos y apasionados besos,
se me escaparon,
entre las rendijas de mí ser.
Esto fue un mal sueño, o tu cruel castigo...


...ELLA...


Meditando...Castigo!, cual castigo?
No puede ser,
que yo sea tu castigo.
Si no el mejor de los sueños,
que has tenido.
Porque gracias a que existo,
por un corto tiempo...Llené tu vacío.

Tú me hiciste, que cimbree mis sentidos,
como cual sirena,
con su dulce canto,
envolvieron mis suspiros,
y tus besos,
alegraron mis latidos.


José Manuel Sirgo Gallardo
Coautora: Yolanda

Brindis por nuestra vida

Es nuestra vida un gran tesoro,
el don más divino,
al que con justicia,
debemos.
Si debemos mimar con cuidado.
Un proyecto que Dios nos ha regalado,
Nuestro joyero privado,
suave y fino.

Yo alzo mi copa de buen vino.
Brindo por la belleza,
que me has otorgado,
agradezco que en mi te hayas fijado.
Dejándome un lugar en tu camino.

Deseo.
Si deseo haber andado bien seguro.
Por ésta nuestra senda tan difícil,
y a la vez tan hermosa.
Hallaré tu mirada cariñosa
Habiendo dejado mi envoltura,
te hablaré siempre en versos,
y alguna vez en prosa...


José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 22 de noviembre de 2009

El lienzo de la vida

Reía el niño.
Y al mirarlo pensé,
no hay nadie más dichoso.

Al ver a la madre, amamantarlo.
La mirada fija,
en su bebé hermoso.
¡El universo entero, tenía en su regazo!

Lamenté.
Si lamenté, no ser un pintor famoso.
Para llevar al lienzo,
su grandeza.

Y decir a los siglos venideros.
Contemplar ésta dicha,
ésta belleza.

No busquéis más camino.
No busquéis más sendero.
Que una esté mundo,
con el cielo.


José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 21 de noviembre de 2009

Cuantas paginas

De la vida azorada
que he vivido.
Del libro desigual
de mi quimera,
cuantas paginas,
borrar yo quisiera.
Cuales no hubiera,
escrito ni leído.

Camino sobre nubes aturdido,
entre cardos y bellas flores.
Las altaneras de mi pradera,
lanzando las penas al olvido.

Cuando arranco las yerbas,
esas yerbas de quebranto.
Resignado prosigo mi camino,
entre rimas y sonetos perdidos.

A quien quiera saber
mis versos yo le canto.
Más no saben,
no saben, que llevo a mis espaldas,
las alforjas colmadas de llantos.


José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Tú y yo

Tus negros ojazos de puro azabache,
con el azul del cielo de mis ojos,
yo quiero entrelazar.

Mirando a las estrellas,
y a la luna de nácares anaranjados,
cuando roza el mar.

Sentados tú y yo en la blanca arena,
besando nos sin remediar,
que aquí, descansan sus olas la mar.

Esperando que salga la aurora,
esa que se viste de ti,
en nuestra madruga.



José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 16 de noviembre de 2009

Se me fué la vida

Soltamos y cogemos otro tren,
en la veloz carrera de la vida,
sin admirar el verde de los prados,
pues las noches, se mezclan con los días.

Mis padres aguardando y aguardando,
les llamaré mañana, me decía.
Mañana, ¡Se hace tarde para el tren!
La culpa es del reloj, me repetía.

Con las horas, los días se pasaron,
el eco de mi voz y mis caricias.
Me encontré al final de esté camino,
con las manos, varadas y vacías.

Esperando impaciente otro tren,
que anhelaba coger y no venía.
Se me fue la vida en el andén,
con los bártulos y la maleta que tenia...

José Manuel Sirgo Gallardo

El silencio

Que es más bello, que disfrutar del silencio,
de la ausencia de las palabras,
de hablarnos con la mirada,
de percibir sus pensamientos.
En silencio.
De leer en sus ojos las palabras.

De no tener que decir, un te quiero,
para así sentirnos correspondidos.
De ser capaz de leer en su rostro,
como de un libro abierto se tratara.

Nada y todo.
Pero el silencio y las palabras,
se necesitan.
Como las sonrisas y las lágrimas,
o el amor al alma.
Hay momentos, que las personas lo necesitamos,
para sentirnos mejores y especiales.
Porque en esos instantes,
no somos capaces, de ver atravez del silencio...

José Manuel Sirgo Gallardo

Amistad

Es la palabra...
...Que debes tú valorar.
Contemplando la armonía,
de los hombres al hablar.
No te dejes llevar nunca,
por ternuras inmediatas.
Esas que pronto se apagan,
y no hay ninguna que lata.
Mira la vida interior,
de los seres de éste mundo.
Y cosecha lo mejor,
aún, sin ir a lo profundo.
Amistad, palabra sana,
llena de "Luz y Armonía".
Vistete con ésa "Dama".
Y harás que ella te sonría.
No pienses en las mentiras,
o vaivenes de éste Mundo
pues alguien en las alturas,
ha de saber que es profundo.
Tu sentir y tu conciencia.
Que permiten comparar,
al que Siempre será "Amigo"...
...Y en los Años... "Será igual".

(Ana María Zacagnino)
(Libro Mis Versos)
Todos los derechos reservados

sábado, 14 de noviembre de 2009

Yo poeta

Algo golpeo a mi corazón,
brotaron lágrimas.
Una mañana cualquiera,
con luces de alborada.
Un reguero de simientes,
de mi mente afloraban.

De coloridos versos,
para gentes con alma,
que no perdieron su fuerza,
ni su estampa dorada.

Mil cruces a los vientos,
la mía, en mi pecho clavada.

Yo no quiero ser un ángel,
ni una estrella en la madrugada.
Sólo deseo ser lo que soy.

Una luz que no se apaga,
un duende escondido,
detrás de la luna blanca.

¡Y como poeta que me disto!
Seguiré...
Seguiré tintando de versos,
las paginas de mi vida, sosegada...

José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 13 de noviembre de 2009

¡Déjame ser!

Déjame soñar que soy tu rumbo
y que no hay soledad en tu camino,
que no es oscura, ni fría la noche,
que está estrellada y tibia entre los pinos.

Y que no importa quien eres, ni quien soy.
De dónde vienes, ni de donde vengo,
y que es maravilloso descubrir el sol,
tendidos en la hierba,
tomados de la mano,
distendidos.

Deja que sea ahora, tu compañía
que estoy velando tu dolor transido,
no me lo impidas, déjame seguir,
a tu lado como peregrino.
No descuidemos esto que hoy tenemos,
para ser dos, siempre en el camino.

(Bernardo Manuel Pérez Bragaña)
Todos los derechos reservados

Cosas del querer

¡Te quiero porque te quiero!
En mi querer nadie manda.
Te quiero porque te adoro.
Porque me sale del alma.
Cada vez que pienso en ti.
Mis ojos rompen en llanto.
Y a mi corazón pregunto.
¿Será por quererlo tanto?
Quisiera ser gaviota.
Con patitas de algodón.
Para posarme en tus labios,
y robar tu corazón.
Un día pasé por tu calle.
Y miré hacia tu balcón.
Para ver si te veía.
Pero eso no sucedió.
La otra noche que paseaba,
por la orillita del mar,
las olas me murmuraban,
¡Chiquilla que sola estás!
Te vi llegar a lo lejos.
De lejos te vi llegar,
me rodeaste con tus brazos
me besaste con ardor
y me amaste en la arena
junto a la orilla del mar,
con un deseo muy grande
con pasión, con ansiedad.
Mientras para mí pensaba,
¡Chiquilla ya no estás sola!
¡Tu anhelo ya es realidad!

(Josephine Ruiz)
Todos los derechos reservados

martes, 10 de noviembre de 2009

Mi poeta preferido

Mi poeta preferido es aquel que tiñe
De colores las flores.
Para que pueda disfrutarlas
A las que les dio olores
Para que pudiera placerme con dulzura

Aquel que colmó de brillosas partículas el cielo
Haciendo brotar de la semilla de mostaza, la más pequeña de todas
El árbol más grande para que su sombra me resguarde...
Y desde allí, poder ver el majestuoso vuelo de las águilas.

Si, mi poeta preferido es quien me brinda
Un mar repleto de peces multiformes
En donde el agua acaricia mi piel
Sumergiendo mis sentidos en baño de brillaza miel.

Es aquel que creó mis manos para que pudiera acariciar
Mis brazos para poder abrazar
Mis labios para poder besar
Y que me hace danzar entre musas que me hacen palpitar.

Aquel que me enseño en perfecto manual
Lo bueno de perdonar
Él es mi referente cuando debo volver a empezar...

Él me dio el raciocinio para poder pensar
Y también mi corazón salvaje para poder amar
Sí mi poeta preferido es Ese que me dio la vida
Para poder crear...

(Sandra Daniela Taragán Aguinsky)
Todos los derechos reservados

Sin ti luna

La noche oscura me llevó
a buscarte descalza
hasta mi ventana
allá en la montaña soñaras,
dormida en picos helados...
La noche sola
hace que todo sea
más callado
sin ti .luna.
.Ni tu cobijo tenue
que da la luz
de dulce resplandor
mis sueños no son sueños
sólo desazón.

Sola estoy...
Y en tu busca voy
por la helada nieve ando
caliento mis manos
con mi aliento
bajo un árbol nevado
.La soledad se aleja
.Cuando más cerca voy
y al llegar y verte dormida
regreso mientras pienso.

Sin madrugada dulce
me dejas esta noche
sin sueños bajo tu vijía
quien velara mis sueños
si no estas querida mía.

(Kelsa Kels)
Todos los derechos reservados

lunes, 9 de noviembre de 2009

Si no fueras mi amig@

Sin ti...
Nada tendría sentido
me asustarían las sombras
tendría miedo al frío
la tristeza se vestiría de amig@
sería la única capaz
de ocupar tu lugar
para que no quede vació.

Si te vas...
Queda el fuego encendido
ese fuego de la amistad
que un día tu y yo encendimos
y no se puede apagar
con diluvios ni con ríos.

Si no estas...
Me faltaría un oído
alguien capaz de escuchar
y entender mis desvaríos.
Enmudecería tu boca
esa boca que me alienta
cuando estoy caid@
perdería tus ojos
esos ojos que ven más allá que los mios
que pueden ver mi interior
y hablarme cuando los miro
me quedaría sin tus manos
esas manos que trabajan conmigo
testigos de lucha y desafió
esas manos que consuelan
cuando más las necesit@.

Si no fueras mi amig@
nada en este mundo tendría sentido.
Porque mis amig@s son:
LA FAMILIA QUE HE ELEGIDO.

(Julia.R.)
Todos los derechos reservados

sábado, 7 de noviembre de 2009

A dios

Es mi primer día sin ti.
La tristeza, invade todo mi cuerpo.
Fuiste tantas cosas a la vez.
Que me cuesta creer,
que haya tenido un final tan triste.

Tu impaciencia por tenerme,
y mis ganas de seguir amándote,
acabaron por hacernos echar atrás.

Fue tanto mi amor.
Fueron tantas ilusiones que inventé.
Te vestí de fantasía,
te invite a vivir muestro momento,
te hice parte de mi mundo.
¿Para que?

Todo se escapo por las rendijas de mis dedos.
Ya no quedan madrugadas que inventar,
se me agotan tus miradas,
y te busco entre mi almohada.

Con el tiempo las promesas se nos van.
Por ahora el hubiera no existe,
lo hecho, hecho ésta.
Si algún día nos vuelve a juntar el destino,
es porque el amor pudo más que el orgullo.

Y volveremos a construir,
unos pilares muy fuertes,
hechos con firmeza, confianza y sobre todo,
con seguridad y amor.
¿No crees?

Quizás yo no fui el elegido,
para seguir la corriente,
cual lleva al mar.
Lo que uno no tiene, no lo puede dar.
Lo poco que quedó, de tanto que existió.
Recuerdos son y nada más.
Es tan triste recordar,
que cada historia tiene su final.

Lejos en el horizonte,
donde nada se perdió,
dibuje la palabra del a dios.

José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 5 de noviembre de 2009

He cerrado los ojos y siento

He cerrado los ojos y siento.
El azul de mi cielo infinito.
El encaje de nube sillas de colores,
cuales coronan.
La tarde del estío.

He sentido la música del agua.
Al precipitarse.
En el vaso cristalino,
transparente.
Alegre y refrescante,
que apaga la sed.
La sed de mis sentidos.

He cerrado los ojos y siento.
Vaporoso la tela del vestido.
Que al aire remueve con su gracia.
Y es bandera.
Bandera del cuerpo femenino

He sentido gorjeos de palomas.
Al alba volar como abanicos,
y he gozado su vuelo,
de blancas alas.
En el cielo azul,
donde he nacido.

He cerrado mis ojos y siento.
Colores de azulejos encendidos,
Donde abren las flores,
sus coro las, sus pétalos de seda,
sus pistilos.

He sentido posarse sobre rosas,
suavidad de rasos,
y de mimos.
De las bellas y aladas mariposas,
que liban la flora con cariño.

He cerrado mi ojos y siento.
La belleza que encierra el aire mismo,
que moviendo las hojas y las aguas.
Dan la vida.
A las aspas de molino.

He sentido y cerrados yo mis ojos.
Porque siento la vida,
la vida que he vivido.
Soy feliz, porque supe apreciarlo.
¡Soy feliz...Porque existe un paraíso.

José Manuel Sirgo Gallardo

Oscuridad




Creyeron nacer libres,
corrieron por el mundo,
gigantescos escalones,
suprimieron su libertad.

Espesura de incredulidad,
sepulcros inconsistentes,
envejecen en las sombras,
de ésta muda oscuridad...

José Manuel Sirgo Gallardo

A mi Sevilla



Deslumbrante giralda,
al laito de la catedral.
Nacida de un cuento de hadas,
en una oscura madruga.

Patio de los naranjos,
en el mismo alcázar.
Rodeado de murallas.
Y fragancias de azahar...

José Manuel Sirgo Gallardo

Presentimiento



Soñaba con ser cantante,
pero mi voz no me sonaba,
soñé con la aurora,
después del alba.

Sentí en mi el dolor,
cuando la sal,
quebró mi cuerpo,
destrono mi sueño.

Un don, un saber,
o una ilusión,
vaya usted a saber,
porque mi voz no sonó.

Sabia que era hombre,
sólo en mi vida,
sabia que al final.
Al final fingiría...

José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tangos del Presagio

Declamado por: Bernardo Manuel Peréz Bragaña


(José Manuel Sirgo Gallardo)

Lágrimas "Elegía Nª 50"

Oh suspirar!
Oh hermosas lágrimas,
por mis sentimientos, descuidados,
por mi pena.
Emanáis de mi lagrimar.
Oh sentimientos de amor, y pena!
Ropajes de mi alma.

Sois esperanzas, cual reparo,
me hacéis del mal hallado.
Oh lágrimas.
Cuando hubierais nacido,
cual amores yo hubiera bebido.
Apagarais el fuego,
ya encendido!
Oh lágrimas dichosas,
por mi olvido.

Ya se borraron,
de mi memoria.
El mal de un amor perdido.
Oh vida, el alma, este en mi gloria.
Mis suspiros, a ese amor ya perdido,
cual gané,
y vencido quedé sin victoria...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

Mi verde árbol "Sextina Nª 51"

Un verde árbol,
nacido en mis tiempos,
con sus hojas.
Esas hojas.
Corona de verde mayo.

con elegancia,
sostenida en mi testa.
Bajó su sombra.
Yo cantaba alborotando.
Canciones.
Por su verde trazo.

Tú sombra baldía.
¿Mi cama?
Mi camastro en septiembre.
¡Suspiro en la madruga!
bajo mi árbol.

La blanca mora.
¡Ya ésta inquieta!
Por sus verdes tallos.
Armonía de estrellas,
en el suelo raso.

¡Ay, mi verde árbol!
Su sombra es mi sombra,
la luz que daba,
en su copa de sayo.

Mil coplas de alegrías,
por mi verde árbol.
Recostado en su negro tronco,
¡nació mi canto!...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

My Sweet Lord - Golspe

Azahar



Eres conocida y vieja,
eres cómoda y llevada,
siempre seras flor sencilla,
temprana, en la primavera.

Su fragancia derramada,
por los confines Andaluces,
en Córdoba y Granada,
en Sevilla y Almería...

José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 3 de noviembre de 2009

Confusión "Romance Nª 39"

Confuso y con la envidia,
cobarde y en mi desesperar,
por tener miedo,
al olvido.
Si al final moriré olvidado.

No es de hierro, mi corazón,
para a si cargar, con más tormento,
pero de lo ajeno,
que yo yerro.
Siempre pago,
lo que consiento.

Porque en mi la esperanza no falta,
por siempre.
Dobló mis penas.
Cuanto más alta sube,
muchos más peligros,
me condenan.

Sólo me queda.
El presente,
de mis aceres, mi fiel memoria,
que nunca, estará ausente.
en mi pecho,
toda gloria.

El amor desnuda su dureza.
Y enseñe su fiera,
porque nunca sus esperanzas,
cambiarán mi propia voluntad...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

Ecos mágicos

Hay ecos
de mágicas locuras
que resuenan en mi calma

No veo claro
n piso firme
solo duermo
despierto
y avanzo.

Hay días;
en que estos ecos
son imperceptibles;
en mi canto.

Pero,
aunque cierre mis oídos
y oscurezca mi cuarto;
aquellos ecos invisibles
de seres intangibles
siguen flotando.

(Ingrid Mabel)Todos los derechos reservados

Tú peregrino

Dedicado a: Bernardo Manuel Pérez Bragaña.

De estrellas,
coronada la mañana.
Se adentra la aurora lentamente.
El aire calma su sed ardiente
!Bebiendo¡
Bebiendo el roció de las ramas.

Impaciente de amor tiembla la rosa,
al sentir de la luz suaves caricias,
ofreciendo ofreciendo en su cáliz,
las delicias.
Con besos de pasiones candorosas.

Cansado de la vida, en el camino.
Me paro a contemplar tanta belleza,
observando del mundo la tristeza.
!Creo en Dios¡
Con fervor de peregrino.

¿Por qué Señor, la lanza así clavada?
Y sigo caminando por la vida,
sintiendo desangrarme por la herida,
y aún sonríe mi alma enamorada...

José Manuel Sirgo Gallardo

Esa luz "Elegía Nª 47"

!Si tú luz, me da la alergia¡
Del resplandor, mis ojos se apartan,
porque he de querer.
Ver la luz del día.
!Para ver mis despojos,
en desventura.
Solitario.
!Ya no tengo en mi memoria,
sus flores¡
Que ya quedaron marchitas.

Libre quiero estar,
de ésta soga que me condena.
Con sus asperos nudos, me han destrozado.
Y ahora padezco,
padezco cien años de penas.

Vuelvo a la luz,
!de mi quimera¡
En las sombras,
!Horror y tormento¡
Observo con cuidado,
su figura.

En el valle, donde solía estar,
yo con mi contento.
En el río,
donde croan las ranas sin tono.
Se ensaña el dolor,
en mis sentimientos.

Las ramas sus árboles han perdido,
!Han perdido sus ramas¡
La hierba seca,
se va desparramando.
Las flores,
el calor las ha esparcido...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

Espiritus vivos "Soneto Nª 10

Por ésta visión cual me reconforta,
emanan espíritus vivos encendidos,
mis pupilas abiertas los admiran,
llegando hasta donde el mal me hiere.

Saliendo del camino quebrantado,
cuales míos, el calor les mueve,
emanan de mi ser como perdidos.
!Llamándolos¡
Bien que sigo presente.

Absorto en mi memoria,
yo la imagino,
mis espíritus,
bien pensaban en verla.

Galopan encendidos sin medida,
más no hallo fácil mi camino,
reventando por salir,
por donde no encuentro salida...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Momentos

El final llegó ya mi amor,
y con el de mi mano partirás.
Puede ser que nunca más te vuelva a ver,
pero yo siempre te esperaré.
¡El final llegó ya, mi amor!

Mañana si volvieras a mi lado,
yo te diría, lo mucho que te amé.
Y los días que en silencio te he extrañado.
No creas que con el tiempo se borrarán.
No creas que de ti me olvidaré.
Mañana si volvieras a mi lado,
verás que no cambié.
¡Si mañana estuvieras conmigo otra vez!

Y cada noche vendrá una estrella,
a hacerme compañía.
Me contará como estás,
y me dirá si sigues amándome todavía.

Verás, que todo pasa.
Que siempre hay un mañana,
que no vale la pena abandonar.
Que siempre hay una puerta abierta a la esperanza.
Que siempre hay un camino por andar.
Recuerda que,
la vida se hace siempre de momentos,
de cosas que no sueles valorar,
y luego cuando estas lejos,
te das cuenta de lo que has perdido ya.

El tiempo no te deja regresar,
Ya vez que todo pasa,
solo quedan los recuerdos.
Esos momentos.
Que no vuelven nunca más...

José Manuel Sirgo Gallardo