Tan sólo la fuerza de tu verdad.
¿Sería cantada.
Alguna vez sin ella?
Sería tan bien.
Otras notas gastadas,
de ásperas y rudas corcheas.
Armada de semi corcheas.
Débiles al son de tú mirada.
Frágil como el vidrio.
-Transparente y lucido-,
de una copa vacía.
Cual resuena al pellizcar.
¡Su fino cuello de boca!
José Manuel Sirgo Gallardo
-