domingo, 30 de octubre de 2011

Deja que te arrulle mí amor.

Deja que arrulle a tu amor,
en la soledad de tu morada. En la intimidad de tu habitación.
Deja que vuelva a arrullar a tu amor,
a pesar de que en tu almohada, crezca la pasión de tus recuerdos.

A pesar de la distancia que separa tus labios de mís labios,
deja que arrulle a tu amor, aunque la brisa acaricie a la rosa,
y tu rostro quiera robarte una sonrisa.

Aunque mis brazos no te abriguen en la fría noche,
deja que vuelva a arrullar, a tu amor.

Si bien una infíma lágrima señala el camino de la tristeza,
si bien un suspiro, quebrara el silencio entre la noche.

Deja que vuelva a arrullar a tu amor,
omitiendo la letra de una triste melodía,
omitiendo mis palabras disfrazadas de nostalgia,
deja que mis palabras arrullen a tu amor.

Con el fuego y la ternura, de mi corazón ilusionado,
me sentirás en ti, aunque no esté a tu lado.



José Manuel Sirgo Gallardo