Sólo mirare entre párpados,
¡y veré al amor de mi vida!
Escondiéndose de la sombra de la llama,
que brota de la vela ensimismada.
¡Que -gota a gota-, su cera cálida derrama.
Y formando ríos de cera,
suaves y delicados,
como tus besos vida mía!
¿Subrayados quedan en mis labios?.
La lujuria se ha encendió,
entre besos y susurros,
yo dejo que avance,
¡y tu la reclamas inmersa en tus sueños!...
...Que mi cuerpo con el tuyo se rocen-...
Infranqueables ante tanto color de sedas.
Tu lengua con la mía.-
¿Entrelazadas en su agonía,
queriendo avanzar y no llegan?
¡Por nuestros cuerpos doloridos!
José Manuel Sirgo Gallardo
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