viernes, 1 de enero de 2010

Mi dama

¡Estoy aquí!
¡Para sentir el bello latir,
de tu hermoso corazón!
-Y mirarte a los ojos-
¡Y decirte cuanto te quiero!

Porque eres mi ángel celestial.
Que con tus alas me has de amar.
¡Tu eres mi lindo amanecer!
Cual me llenas de -gozo y placer-

Mi preciosa dama.
Mirando sin poder acariciar, tus tersas mejillas.
Sin poder...
...Sin poder morder, tus delicados hombros.
Sin poder...
...Sin poder, oler tu suave aroma de mujer.

Quede prendado de ti,
de tu mirada fulgurosa...
¡De tus pechos que adormecen mi esperanza!
De tu boca, sencilla madurez que me derrota...

Quisiera besar tus húmedos labios.
Cuales atormentan mis sueños...
¡Cuando te pienso y te pienso!


José Manuel Sirgo Gallardo