sábado, 17 de abril de 2010

Un poeta

¡Le canta a la noche,
y en la madruga a la luna de nacáreas anaranjadas!
Con jirones de estrellas balanceando se.
Le lanza besos a las estrellas,
Bellas mujeres que caminan allá a lo lejos.

Le da los buenos días al sol,
y reza con poesía al alba.

¡Habla, ríe, juega con las bellas flores!
observa la caída del roció,
y lo transforma en preciosa pedrería,
sobre el fuerte color de las rosas.

Del blanco,
y del amarillento de las margaritas,
la triste amapola, su color detiene en la primavera.

Poeta que miras con extraños ojos al mundo,
al cual coloreáis con trémula inocencia,
las nube sillas de grana y oro...
...Al mar con su verde mayo,
y a la tierra...
...La tierra,- con semillas nuevas.



José Manuel Sirgo Gallardo