sábado, 28 de noviembre de 2009

Rosas

Una rosa tan linda como tu.
es una vida,
en unas manos que la hieren.

Tu como una rosa,
nos muestras tu frescura,
y a la vez tu calidez.

Tu como la rosa,
eres la fragancia del querer.

Tu como está rosa,
tan suave y aterciopelada,
como tu rosada piel.


José Manuel Sirgo Gallardo

Tus labios

¡A esos labios hermosos cuales me hacen sucumbir!
Por tus besos daría, el cielo, la tierra y el mar,
el sol al alba y la luna en la madruga.

Mirando a tus labios quede perplejo, sin poder hablar,
ay ricura, que bien sabes besar,
me tienes ahogado con tu aire al cantar.

De rojo carmín, anaranjado el jazmín,
miro, remiro y vuelvo a mirar,
tus labios, ricura de amar.


José Manuel Sirgo Gallardo

Sostengo

Sostengo yo el amar profundo en el cielo,
en mi desaliento en voz suspiro.

Observo un destello en el mar caído,
cual colmará una gota en mis versos.

Descarriado sigo escribiendo,
rematando las tornas del beso.

Susurre en su silencio,
grité en mis adentros.


José Manuel Sirgo Gallardo

Anhelo

De mi destierro por tu dulce cuerpo¡
Al despertar y no encontrarte en mi lecho,
tan solo ver la almohada vacía, sin tu azabache cabello,
impregnada tan solo en ella, tú sutil fragancia¡

Anhelo de mi tierra, mi poesía callejera,
que en ella predico, mi relatada armonía,
cuales naranjos en flor, azahar que prevalece¡
En sus calles, derraman su sabor aromático.

De blancas esperanzas, anaranjado atardecer,
de verdes arbolados y su rosa de sangre hieren,
sin olvidar tú presencia, querido amor que duele¡.


José Manuel Sirgo Gallardo

Una golondrina

Una golondrina dejo un sobre en mi ventana y voló,
un sobre lacrado en cinco puntos.
En su interior, el sol cual calienta mi solitario lecho,
la luna en plata fervor de mis sueños,
un rico aroma de rosas, talladas en versos,
unos besos de unos labios muy bellos,
mil palabras que llenaron mi universo,
un poema recitado, que sonó en mis adentros.


José Manuel Sirgo Gallardo

La banda de la maría

Una banda de músicos chufletas,
que van armonizando su música,
con tambores, trompetas y panderetas.
Por callejas y callejones, de la mía pureza,
ya se quiebran sus puertas de la sal que eleva,
en mi triana la primavera despierta.
Desde donde observa el torero, Juan Belmonte,
por su metálico hueco, la torre del oro otea.
Tan pequeña y la vez esbelta,
alzando su mirada, hacia la catedral,
ve a un jiraldillo dar vueltas,
por la música de estos chufletas.
Cuales cruzan el puente de mi triana,
hacia la ciudad de sevilla,
por hoy se acabo la fiesta.


José Manuel Sirgo Gallardo

Giralda

Sevilla, de mi consuelo,
Sevilla, con toda mi alma,
ya tienes traje nuevo,
esbelta, y bella giralda.

Con aires de feria,
ya estas engalanada,
con grandes lunares moros,
tienes ya la luz del alba.

Que bonita se te ve,
desde el viejo, puente de triana,
a nuestra gran giralda,
alumbrada con luces de gala.

Flamenca de Sevilla,
por Cadiz, Córdoba, y Granada,
flamenca por tangos y solea,
en mi cama, y con la almohada.


José Manuel Sirgo Gallardo

El pesame

A SANDRA DANIELA TARAGÁN AQUINSKY:

Se marcho...
Se llevo con ella sus vivencias, sus sueños, sus poemas inéditos...
...Un rico equipaje de diamantes del tiempo,
como un tesoro que guardar allí en donde esté.
Dejo un vacío en su vida y un lugar insustituible entre ellos!

Y quedo para ti una parte de ella, reflejada en sus escritos,
que conservaras siempre!

Me gustaría poder expresar el desconsuelo,
que con su ausencia, le causa,
aunque es un alivio poder pensar,
que tuvo que ir a un buen sitio,
y que no ha fallecido.

Vive en el cariño de tu familia y en tu recuerdo.


José Manuel Sirgo Gallardo

La sombra

Tras de ti llevas la sombra y te apresura,
tú siempre vas delante la primera,
no puedes caminar de otra manera,
por mucho que lo dicte tu mesura.

Aunque el mundo se pierda en su locura,
y amenace un crespón de muerte tu quimera,
en tu genio la dulce primavera,
derrotará la sombra y la amargura.

Vivir es buen vivir si hay esperanza,
olvida esa sombra que te asecha,
que es tuyo ese paisaje de añoranza.

No temas que te hiera alguna flecha,
porque si obraste bien no habrá venganza,
y al fin recogerás buena cosecha.


José Manuel Sirgo Gallardo

Azahar

La primavera agita con sus alas,
la gloriosa fragancia,
del dormido naranjo.
Cual enciende, temblorosa,
la suave nieve del azahar.

¡Su polen, sopla germinando!
Inalterado, quiebra agradecido.
El perfume intenso de sus flores,
aspirantes,
de su blanca eternidad.

Siempre, su vida generosa.
Iniciada en el gozo.
Aquél la llevó,
la llevo a sus labios,
cuales besa al descansar.


José Manuel Sirgo Gallardo

He sentido

He sentido en mi pecho...
El desgarro del alma.

La garra del dolor hecha jirones.
Cuando al fondo de mi espíritu se agarra.
He sentido el loco torbellino...
De ese huracán, sobre la roca blanda.
Y el temible graznido de la mar,
sobre pasando, la muralla de granito.

¡Navegaba a la deriva,
sin remos ni timón,
mi pobre barca!
Y la furia del viento...
Hasta el confín del mar, quería llevarla.
A mi al rededor, las luces de las estrellas.
Enardecía, una esperanza
Esperaba el reloj, la media noche,
su sonora música sonara.

¡En la mesa, las uvas en los cuencos.
Pendientes por sus campanadas!
El espumoso champaña, en cada copa esperaba.
¡Sobre un mantel de rosas blancas!

Quedaron sin son las uvas.
Las burbujas llenas de nostalgia.
Nadie despidió, la Noche Vieja.
Nadie de la casa,
escucharon, por culpa de mi ausencia.
las campanadas.
Con la ayuda de Dios.
A esa ribera azul... Mi alma llegaba.

El rumor del viento calló.
¡En una dulce playa!
Encontré relajado mi consuelo.
El sueño sosegado de mi alma.


José Manuel Sirgo Gallardo

La vida

Al nacer somos iguales,
dándonos la bienvenida.
Nacemos todos desnudos,
y nos regalan la vida.

Unos la viven muy bien,
a otros se la dan herida,
y pasamos por este mundo,
con más penas que alegrías.

Al contrario que los otros,
la viven.
La viven, sin ser vivida.


José Manuel Sirgo Gallardo

El arte

No hay nada en ésta vida más amado,
que sentir la pasión de lo vivido...
Aunque aveces se goce lo sufrido,
y otras veces se sufra lo gozado.

En los mares del tiempo,
en esos mares del tiempo,
han naufragado,
mil reyes,
mil reyes soñadores se han hundido.

Tan sólo el arte,
no ha sido sometido,
ni la fuerza del amor,
lo ha sepultado.

La vida es belleza,
bellezas con cultura,
que en lo puro del tiempo,
se ha gestado,
en el dulce caminar de la ternura...

Donde nos jugamos,
todo lo soñado.
No hay derrota más ruin,
más ruin, que la cordura,
de no asumir,
tú vuelo liberado.


José Manuel Sirgo Gallardo

Quando meus olhos te ver - Cuando mis ojos te ven

Quando meus olhos te ver,
e näo consegue parar de olhar,
para você,
e os meus dedos,
escrever tudo que você vê,
meus olhos.
Porque a minha boca,
está fechada,
e näo deixar,
que os meus lábios,
pode beijar.
Beijar,
seus lábios bonitos...



Cuando mis ojos te ven,
ya no pueden parar,
parar de mirarte,
y mis dedos,
escriben todo,
todo lo que ven mis ojos.
Porque mi boca ésta cerrada,
cerrada ésta mi boca,
y no deja,
que mis labios,
puedan besar.
Besar,
tus lindos labios.


José Manuel Sirgo Gallardo

Vivir

Cuando se rompa la mañana,
pasaré por el camino,
por un sendero florido,
oiré de la vida,
la caricia.
Esa dulce caricia,
de un, ¡Te quiero!
Palabras en terciopelo,
cuales enamoran,
mis sentidos...

En el bosque de mis sueños,
cual trémula primavera,
¿Estaba libre mi alma?
Sintiendo la vida nueva,
con estrellas,
que iluminan,
el frágil de mi quimera.

Fuente fresca,
de una vida,
que dulce...
...O airada pasas.

Dejando por mi camino,
el rigor de tu balanza...

Paloma, que en el teñido cielo,
elevas,
elevas con temblor tu leve vuelo.
Oigo el canto herido,
de tu amargo,
amargo desconsuelo.

¿Que es la vida?
No lo sé,
algo que pasa corriendo,
y no consigo detener.


José Manuel Sirgo Gallardo

El color

Si tanto la rosa, como la azucena,
muestra a vuestro gesto sus colores,
y tu mirar ardiente,
dulce y de recelo.
Con luz clara,
la tormenta serena.

Por tu cuello pálido y hermoso.
El oro de tus cabellos,
al vuelo.
El aire los remueve,
y los enreda.
Apremio a tus primaveras.

El dulce fruto,
antes que corra el tiempo.
Cubra de blanca,
de blanca nieve,
tus álgidas cumbres.

Marchitará a la rosa,
marchitará a la azucena,
cuando todo mudara,
la edad ligera.


José Manuel Sirgo Gallardo

Jugando a ser principe

No sé si es mi niñez,
que anda volando sin alas,
por lo que lloro al pensar,
escondido entre murallas,
de sentimientos dormidos,
por castillos sin monarcas.

No sé si es aquella vida,
que aparece tan lejana,
la que busca mi memoria,
entre ritmos de añoranzas.
La que acarreaba estrellas,
con luces,
luces azul y malva.
De un cielo color de rosa,
de infantiles filigranas.

No sé si será el recuerdo,
de los besos que me daban,
aquellos padres queridos,
los que a mi pecho,
a mi pecho se arraigan,
o si esta pena que siento,
me la provocó mi hermana,
la gran tristeza sin juegos,
de su vida desgraciada.

O tal vez mis ilusiones,
manojos de flores blancas,
siempre subido en las nubes,
jugando a cuentos de hadas,
entre muñecos heridos,
con espadas de plata.

Convertido en el espejo,
en un malvado pirata,
con los trapos del abuelo,
de calzones y chanclas,
que en el baúl del recuerdo,
dormían entre albahaca.


José Manuel Sirgo Gallardo

Hoy perdí

Perdí la nostalgia del tiempo.
Perdí la inspiración
me faltó tus besos,
llenos de frescor,
tus caricias por mi cuerpo,
ése resquicio de tu flagrante amor.

Hoy me encuentro sólo,
Tan sólo en el lecho.
Que abre hecho,
para perder tu amor.

He quedado sólo en la habitación,
devanando me los sesos.
Índice de mi inspiración.

Hoy quedé pensativo,
cuando me repetías.
Que sólo somos uno y no dos.

Hoy es hoy,
mañana, también lo será.
¿Por qué, los días pasan y pasan?¨
Y no te puedo hallar.

Hoy perdí la inspiración.
Volví a perderte, amor platónico.
Por no darte la razón.


José Manuel Sirgo Gallardo

Mi lecho de carne

Esos grandes ojos negros.
Azabache, cuales frescas rosas negras.
Terciopelo, cual templada aurora,
de purpureas vanidades.
Cuales dulces labios,
¡Son asiento a mis besos!

Tus palabras.
Palabras de suave tristeza amorosa.
De tus risas,
y por todas vuestras cosas.

Yo que por bien,
no busco librarme.
Y amarte a ti a solas,
en mi lecho de carne...


José Manuel Sirgo Gallardo

Su llanto

Sin con dolencias,
ni protestas puedan hacer,
que frenen.
El trasiego de los ríos.

Y en las variadas,
y sombrías montañas,
la arboleda.
Se balancea con su hechizo.

Se entregaron al oír su llanto,
los firmes abetos,
y las piedras frías.

Sin menos caso que los míos,
cayeron.
Cayeron del reino de los miedos.
A mí gran corazón.
Corazón endurecido.


José Manuel Sirgo Gallardo

Dos amantes

...EL...

De repente.
Caí en el vacío.
y con mis débiles huesos,
dí en el suelo herido.
Denegué, de mi existencia,
de mi ser, a ver nacido.

Tú amor se alejó.
Se alejó, como un pez,
cual esquiva, un anzuelo hundido.
Tus cálidos y apasionados besos,
se me escaparon,
entre las rendijas de mí ser.
Esto fue un mal sueño, o tu cruel castigo...


...ELLA...


Meditando...Castigo!, cual castigo?
No puede ser,
que yo sea tu castigo.
Si no el mejor de los sueños,
que has tenido.
Porque gracias a que existo,
por un corto tiempo...Llené tu vacío.

Tú me hiciste, que cimbree mis sentidos,
como cual sirena,
con su dulce canto,
envolvieron mis suspiros,
y tus besos,
alegraron mis latidos.


José Manuel Sirgo Gallardo
Coautora: Yolanda

Brindis por nuestra vida

Es nuestra vida un gran tesoro,
el don más divino,
al que con justicia,
debemos.
Si debemos mimar con cuidado.
Un proyecto que Dios nos ha regalado,
Nuestro joyero privado,
suave y fino.

Yo alzo mi copa de buen vino.
Brindo por la belleza,
que me has otorgado,
agradezco que en mi te hayas fijado.
Dejándome un lugar en tu camino.

Deseo.
Si deseo haber andado bien seguro.
Por ésta nuestra senda tan difícil,
y a la vez tan hermosa.
Hallaré tu mirada cariñosa
Habiendo dejado mi envoltura,
te hablaré siempre en versos,
y alguna vez en prosa...


José Manuel Sirgo Gallardo

domingo, 22 de noviembre de 2009

El lienzo de la vida

Reía el niño.
Y al mirarlo pensé,
no hay nadie más dichoso.

Al ver a la madre, amamantarlo.
La mirada fija,
en su bebé hermoso.
¡El universo entero, tenía en su regazo!

Lamenté.
Si lamenté, no ser un pintor famoso.
Para llevar al lienzo,
su grandeza.

Y decir a los siglos venideros.
Contemplar ésta dicha,
ésta belleza.

No busquéis más camino.
No busquéis más sendero.
Que una esté mundo,
con el cielo.


José Manuel Sirgo Gallardo

sábado, 21 de noviembre de 2009

Cuantas paginas

De la vida azorada
que he vivido.
Del libro desigual
de mi quimera,
cuantas paginas,
borrar yo quisiera.
Cuales no hubiera,
escrito ni leído.

Camino sobre nubes aturdido,
entre cardos y bellas flores.
Las altaneras de mi pradera,
lanzando las penas al olvido.

Cuando arranco las yerbas,
esas yerbas de quebranto.
Resignado prosigo mi camino,
entre rimas y sonetos perdidos.

A quien quiera saber
mis versos yo le canto.
Más no saben,
no saben, que llevo a mis espaldas,
las alforjas colmadas de llantos.


José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Tú y yo

Tus negros ojazos de puro azabache,
con el azul del cielo de mis ojos,
yo quiero entrelazar.

Mirando a las estrellas,
y a la luna de nácares anaranjados,
cuando roza el mar.

Sentados tú y yo en la blanca arena,
besando nos sin remediar,
que aquí, descansan sus olas la mar.

Esperando que salga la aurora,
esa que se viste de ti,
en nuestra madruga.



José Manuel Sirgo Gallardo

lunes, 16 de noviembre de 2009

Se me fué la vida

Soltamos y cogemos otro tren,
en la veloz carrera de la vida,
sin admirar el verde de los prados,
pues las noches, se mezclan con los días.

Mis padres aguardando y aguardando,
les llamaré mañana, me decía.
Mañana, ¡Se hace tarde para el tren!
La culpa es del reloj, me repetía.

Con las horas, los días se pasaron,
el eco de mi voz y mis caricias.
Me encontré al final de esté camino,
con las manos, varadas y vacías.

Esperando impaciente otro tren,
que anhelaba coger y no venía.
Se me fue la vida en el andén,
con los bártulos y la maleta que tenia...

José Manuel Sirgo Gallardo

El silencio

Que es más bello, que disfrutar del silencio,
de la ausencia de las palabras,
de hablarnos con la mirada,
de percibir sus pensamientos.
En silencio.
De leer en sus ojos las palabras.

De no tener que decir, un te quiero,
para así sentirnos correspondidos.
De ser capaz de leer en su rostro,
como de un libro abierto se tratara.

Nada y todo.
Pero el silencio y las palabras,
se necesitan.
Como las sonrisas y las lágrimas,
o el amor al alma.
Hay momentos, que las personas lo necesitamos,
para sentirnos mejores y especiales.
Porque en esos instantes,
no somos capaces, de ver atravez del silencio...

José Manuel Sirgo Gallardo

Amistad

Es la palabra...
...Que debes tú valorar.
Contemplando la armonía,
de los hombres al hablar.
No te dejes llevar nunca,
por ternuras inmediatas.
Esas que pronto se apagan,
y no hay ninguna que lata.
Mira la vida interior,
de los seres de éste mundo.
Y cosecha lo mejor,
aún, sin ir a lo profundo.
Amistad, palabra sana,
llena de "Luz y Armonía".
Vistete con ésa "Dama".
Y harás que ella te sonría.
No pienses en las mentiras,
o vaivenes de éste Mundo
pues alguien en las alturas,
ha de saber que es profundo.
Tu sentir y tu conciencia.
Que permiten comparar,
al que Siempre será "Amigo"...
...Y en los Años... "Será igual".

(Ana María Zacagnino)
(Libro Mis Versos)
Todos los derechos reservados

sábado, 14 de noviembre de 2009

Yo poeta

Algo golpeo a mi corazón,
brotaron lágrimas.
Una mañana cualquiera,
con luces de alborada.
Un reguero de simientes,
de mi mente afloraban.

De coloridos versos,
para gentes con alma,
que no perdieron su fuerza,
ni su estampa dorada.

Mil cruces a los vientos,
la mía, en mi pecho clavada.

Yo no quiero ser un ángel,
ni una estrella en la madrugada.
Sólo deseo ser lo que soy.

Una luz que no se apaga,
un duende escondido,
detrás de la luna blanca.

¡Y como poeta que me disto!
Seguiré...
Seguiré tintando de versos,
las paginas de mi vida, sosegada...

José Manuel Sirgo Gallardo

viernes, 13 de noviembre de 2009

¡Déjame ser!

Déjame soñar que soy tu rumbo
y que no hay soledad en tu camino,
que no es oscura, ni fría la noche,
que está estrellada y tibia entre los pinos.

Y que no importa quien eres, ni quien soy.
De dónde vienes, ni de donde vengo,
y que es maravilloso descubrir el sol,
tendidos en la hierba,
tomados de la mano,
distendidos.

Deja que sea ahora, tu compañía
que estoy velando tu dolor transido,
no me lo impidas, déjame seguir,
a tu lado como peregrino.
No descuidemos esto que hoy tenemos,
para ser dos, siempre en el camino.

(Bernardo Manuel Pérez Bragaña)
Todos los derechos reservados

Cosas del querer

¡Te quiero porque te quiero!
En mi querer nadie manda.
Te quiero porque te adoro.
Porque me sale del alma.
Cada vez que pienso en ti.
Mis ojos rompen en llanto.
Y a mi corazón pregunto.
¿Será por quererlo tanto?
Quisiera ser gaviota.
Con patitas de algodón.
Para posarme en tus labios,
y robar tu corazón.
Un día pasé por tu calle.
Y miré hacia tu balcón.
Para ver si te veía.
Pero eso no sucedió.
La otra noche que paseaba,
por la orillita del mar,
las olas me murmuraban,
¡Chiquilla que sola estás!
Te vi llegar a lo lejos.
De lejos te vi llegar,
me rodeaste con tus brazos
me besaste con ardor
y me amaste en la arena
junto a la orilla del mar,
con un deseo muy grande
con pasión, con ansiedad.
Mientras para mí pensaba,
¡Chiquilla ya no estás sola!
¡Tu anhelo ya es realidad!

(Josephine Ruiz)
Todos los derechos reservados

martes, 10 de noviembre de 2009

Mi poeta preferido

Mi poeta preferido es aquel que tiñe
De colores las flores.
Para que pueda disfrutarlas
A las que les dio olores
Para que pudiera placerme con dulzura

Aquel que colmó de brillosas partículas el cielo
Haciendo brotar de la semilla de mostaza, la más pequeña de todas
El árbol más grande para que su sombra me resguarde...
Y desde allí, poder ver el majestuoso vuelo de las águilas.

Si, mi poeta preferido es quien me brinda
Un mar repleto de peces multiformes
En donde el agua acaricia mi piel
Sumergiendo mis sentidos en baño de brillaza miel.

Es aquel que creó mis manos para que pudiera acariciar
Mis brazos para poder abrazar
Mis labios para poder besar
Y que me hace danzar entre musas que me hacen palpitar.

Aquel que me enseño en perfecto manual
Lo bueno de perdonar
Él es mi referente cuando debo volver a empezar...

Él me dio el raciocinio para poder pensar
Y también mi corazón salvaje para poder amar
Sí mi poeta preferido es Ese que me dio la vida
Para poder crear...

(Sandra Daniela Taragán Aguinsky)
Todos los derechos reservados

Sin ti luna

La noche oscura me llevó
a buscarte descalza
hasta mi ventana
allá en la montaña soñaras,
dormida en picos helados...
La noche sola
hace que todo sea
más callado
sin ti .luna.
.Ni tu cobijo tenue
que da la luz
de dulce resplandor
mis sueños no son sueños
sólo desazón.

Sola estoy...
Y en tu busca voy
por la helada nieve ando
caliento mis manos
con mi aliento
bajo un árbol nevado
.La soledad se aleja
.Cuando más cerca voy
y al llegar y verte dormida
regreso mientras pienso.

Sin madrugada dulce
me dejas esta noche
sin sueños bajo tu vijía
quien velara mis sueños
si no estas querida mía.

(Kelsa Kels)
Todos los derechos reservados

lunes, 9 de noviembre de 2009

Si no fueras mi amig@

Sin ti...
Nada tendría sentido
me asustarían las sombras
tendría miedo al frío
la tristeza se vestiría de amig@
sería la única capaz
de ocupar tu lugar
para que no quede vació.

Si te vas...
Queda el fuego encendido
ese fuego de la amistad
que un día tu y yo encendimos
y no se puede apagar
con diluvios ni con ríos.

Si no estas...
Me faltaría un oído
alguien capaz de escuchar
y entender mis desvaríos.
Enmudecería tu boca
esa boca que me alienta
cuando estoy caid@
perdería tus ojos
esos ojos que ven más allá que los mios
que pueden ver mi interior
y hablarme cuando los miro
me quedaría sin tus manos
esas manos que trabajan conmigo
testigos de lucha y desafió
esas manos que consuelan
cuando más las necesit@.

Si no fueras mi amig@
nada en este mundo tendría sentido.
Porque mis amig@s son:
LA FAMILIA QUE HE ELEGIDO.

(Julia.R.)
Todos los derechos reservados

sábado, 7 de noviembre de 2009

A dios

Es mi primer día sin ti.
La tristeza, invade todo mi cuerpo.
Fuiste tantas cosas a la vez.
Que me cuesta creer,
que haya tenido un final tan triste.

Tu impaciencia por tenerme,
y mis ganas de seguir amándote,
acabaron por hacernos echar atrás.

Fue tanto mi amor.
Fueron tantas ilusiones que inventé.
Te vestí de fantasía,
te invite a vivir muestro momento,
te hice parte de mi mundo.
¿Para que?

Todo se escapo por las rendijas de mis dedos.
Ya no quedan madrugadas que inventar,
se me agotan tus miradas,
y te busco entre mi almohada.

Con el tiempo las promesas se nos van.
Por ahora el hubiera no existe,
lo hecho, hecho ésta.
Si algún día nos vuelve a juntar el destino,
es porque el amor pudo más que el orgullo.

Y volveremos a construir,
unos pilares muy fuertes,
hechos con firmeza, confianza y sobre todo,
con seguridad y amor.
¿No crees?

Quizás yo no fui el elegido,
para seguir la corriente,
cual lleva al mar.
Lo que uno no tiene, no lo puede dar.
Lo poco que quedó, de tanto que existió.
Recuerdos son y nada más.
Es tan triste recordar,
que cada historia tiene su final.

Lejos en el horizonte,
donde nada se perdió,
dibuje la palabra del a dios.

José Manuel Sirgo Gallardo

jueves, 5 de noviembre de 2009

He cerrado los ojos y siento

He cerrado los ojos y siento.
El azul de mi cielo infinito.
El encaje de nube sillas de colores,
cuales coronan.
La tarde del estío.

He sentido la música del agua.
Al precipitarse.
En el vaso cristalino,
transparente.
Alegre y refrescante,
que apaga la sed.
La sed de mis sentidos.

He cerrado los ojos y siento.
Vaporoso la tela del vestido.
Que al aire remueve con su gracia.
Y es bandera.
Bandera del cuerpo femenino

He sentido gorjeos de palomas.
Al alba volar como abanicos,
y he gozado su vuelo,
de blancas alas.
En el cielo azul,
donde he nacido.

He cerrado mis ojos y siento.
Colores de azulejos encendidos,
Donde abren las flores,
sus coro las, sus pétalos de seda,
sus pistilos.

He sentido posarse sobre rosas,
suavidad de rasos,
y de mimos.
De las bellas y aladas mariposas,
que liban la flora con cariño.

He cerrado mi ojos y siento.
La belleza que encierra el aire mismo,
que moviendo las hojas y las aguas.
Dan la vida.
A las aspas de molino.

He sentido y cerrados yo mis ojos.
Porque siento la vida,
la vida que he vivido.
Soy feliz, porque supe apreciarlo.
¡Soy feliz...Porque existe un paraíso.

José Manuel Sirgo Gallardo

Oscuridad




Creyeron nacer libres,
corrieron por el mundo,
gigantescos escalones,
suprimieron su libertad.

Espesura de incredulidad,
sepulcros inconsistentes,
envejecen en las sombras,
de ésta muda oscuridad...

José Manuel Sirgo Gallardo

A mi Sevilla



Deslumbrante giralda,
al laito de la catedral.
Nacida de un cuento de hadas,
en una oscura madruga.

Patio de los naranjos,
en el mismo alcázar.
Rodeado de murallas.
Y fragancias de azahar...

José Manuel Sirgo Gallardo

Presentimiento



Soñaba con ser cantante,
pero mi voz no me sonaba,
soñé con la aurora,
después del alba.

Sentí en mi el dolor,
cuando la sal,
quebró mi cuerpo,
destrono mi sueño.

Un don, un saber,
o una ilusión,
vaya usted a saber,
porque mi voz no sonó.

Sabia que era hombre,
sólo en mi vida,
sabia que al final.
Al final fingiría...

José Manuel Sirgo Gallardo

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tangos del Presagio

Declamado por: Bernardo Manuel Peréz Bragaña


(José Manuel Sirgo Gallardo)

Lágrimas "Elegía Nª 50"

Oh suspirar!
Oh hermosas lágrimas,
por mis sentimientos, descuidados,
por mi pena.
Emanáis de mi lagrimar.
Oh sentimientos de amor, y pena!
Ropajes de mi alma.

Sois esperanzas, cual reparo,
me hacéis del mal hallado.
Oh lágrimas.
Cuando hubierais nacido,
cual amores yo hubiera bebido.
Apagarais el fuego,
ya encendido!
Oh lágrimas dichosas,
por mi olvido.

Ya se borraron,
de mi memoria.
El mal de un amor perdido.
Oh vida, el alma, este en mi gloria.
Mis suspiros, a ese amor ya perdido,
cual gané,
y vencido quedé sin victoria...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

Mi verde árbol "Sextina Nª 51"

Un verde árbol,
nacido en mis tiempos,
con sus hojas.
Esas hojas.
Corona de verde mayo.

con elegancia,
sostenida en mi testa.
Bajó su sombra.
Yo cantaba alborotando.
Canciones.
Por su verde trazo.

Tú sombra baldía.
¿Mi cama?
Mi camastro en septiembre.
¡Suspiro en la madruga!
bajo mi árbol.

La blanca mora.
¡Ya ésta inquieta!
Por sus verdes tallos.
Armonía de estrellas,
en el suelo raso.

¡Ay, mi verde árbol!
Su sombra es mi sombra,
la luz que daba,
en su copa de sayo.

Mil coplas de alegrías,
por mi verde árbol.
Recostado en su negro tronco,
¡nació mi canto!...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

My Sweet Lord - Golspe

Azahar



Eres conocida y vieja,
eres cómoda y llevada,
siempre seras flor sencilla,
temprana, en la primavera.

Su fragancia derramada,
por los confines Andaluces,
en Córdoba y Granada,
en Sevilla y Almería...

José Manuel Sirgo Gallardo

martes, 3 de noviembre de 2009

Confusión "Romance Nª 39"

Confuso y con la envidia,
cobarde y en mi desesperar,
por tener miedo,
al olvido.
Si al final moriré olvidado.

No es de hierro, mi corazón,
para a si cargar, con más tormento,
pero de lo ajeno,
que yo yerro.
Siempre pago,
lo que consiento.

Porque en mi la esperanza no falta,
por siempre.
Dobló mis penas.
Cuanto más alta sube,
muchos más peligros,
me condenan.

Sólo me queda.
El presente,
de mis aceres, mi fiel memoria,
que nunca, estará ausente.
en mi pecho,
toda gloria.

El amor desnuda su dureza.
Y enseñe su fiera,
porque nunca sus esperanzas,
cambiarán mi propia voluntad...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

Ecos mágicos

Hay ecos
de mágicas locuras
que resuenan en mi calma

No veo claro
n piso firme
solo duermo
despierto
y avanzo.

Hay días;
en que estos ecos
son imperceptibles;
en mi canto.

Pero,
aunque cierre mis oídos
y oscurezca mi cuarto;
aquellos ecos invisibles
de seres intangibles
siguen flotando.

(Ingrid Mabel)Todos los derechos reservados

Tú peregrino

Dedicado a: Bernardo Manuel Pérez Bragaña.

De estrellas,
coronada la mañana.
Se adentra la aurora lentamente.
El aire calma su sed ardiente
!Bebiendo¡
Bebiendo el roció de las ramas.

Impaciente de amor tiembla la rosa,
al sentir de la luz suaves caricias,
ofreciendo ofreciendo en su cáliz,
las delicias.
Con besos de pasiones candorosas.

Cansado de la vida, en el camino.
Me paro a contemplar tanta belleza,
observando del mundo la tristeza.
!Creo en Dios¡
Con fervor de peregrino.

¿Por qué Señor, la lanza así clavada?
Y sigo caminando por la vida,
sintiendo desangrarme por la herida,
y aún sonríe mi alma enamorada...

José Manuel Sirgo Gallardo

Esa luz "Elegía Nª 47"

!Si tú luz, me da la alergia¡
Del resplandor, mis ojos se apartan,
porque he de querer.
Ver la luz del día.
!Para ver mis despojos,
en desventura.
Solitario.
!Ya no tengo en mi memoria,
sus flores¡
Que ya quedaron marchitas.

Libre quiero estar,
de ésta soga que me condena.
Con sus asperos nudos, me han destrozado.
Y ahora padezco,
padezco cien años de penas.

Vuelvo a la luz,
!de mi quimera¡
En las sombras,
!Horror y tormento¡
Observo con cuidado,
su figura.

En el valle, donde solía estar,
yo con mi contento.
En el río,
donde croan las ranas sin tono.
Se ensaña el dolor,
en mis sentimientos.

Las ramas sus árboles han perdido,
!Han perdido sus ramas¡
La hierba seca,
se va desparramando.
Las flores,
el calor las ha esparcido...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

Espiritus vivos "Soneto Nª 10

Por ésta visión cual me reconforta,
emanan espíritus vivos encendidos,
mis pupilas abiertas los admiran,
llegando hasta donde el mal me hiere.

Saliendo del camino quebrantado,
cuales míos, el calor les mueve,
emanan de mi ser como perdidos.
!Llamándolos¡
Bien que sigo presente.

Absorto en mi memoria,
yo la imagino,
mis espíritus,
bien pensaban en verla.

Galopan encendidos sin medida,
más no hallo fácil mi camino,
reventando por salir,
por donde no encuentro salida...

José Manuel Sirgo Gallardo
(De mi libro: Las calaveras de mi pasado)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Momentos

El final llegó ya mi amor,
y con el de mi mano partirás.
Puede ser que nunca más te vuelva a ver,
pero yo siempre te esperaré.
¡El final llegó ya, mi amor!

Mañana si volvieras a mi lado,
yo te diría, lo mucho que te amé.
Y los días que en silencio te he extrañado.
No creas que con el tiempo se borrarán.
No creas que de ti me olvidaré.
Mañana si volvieras a mi lado,
verás que no cambié.
¡Si mañana estuvieras conmigo otra vez!

Y cada noche vendrá una estrella,
a hacerme compañía.
Me contará como estás,
y me dirá si sigues amándome todavía.

Verás, que todo pasa.
Que siempre hay un mañana,
que no vale la pena abandonar.
Que siempre hay una puerta abierta a la esperanza.
Que siempre hay un camino por andar.
Recuerda que,
la vida se hace siempre de momentos,
de cosas que no sueles valorar,
y luego cuando estas lejos,
te das cuenta de lo que has perdido ya.

El tiempo no te deja regresar,
Ya vez que todo pasa,
solo quedan los recuerdos.
Esos momentos.
Que no vuelven nunca más...

José Manuel Sirgo Gallardo

Orgia de los sentidos

Con los sentidos en desorden
enbebo mis versos
en el deseo erótico de la creación.
Mezclo los sueños y la realidad
con las sensaciones secretas
del cuerpo y del corazón.
Delirio con el frenesi de las rimas,
que se deslizan por la voluptuosidad
aflorada en la orgia poética.
En éxtasis sonrio, mientras
mis pensamienos vagan,
por una de las muchas almas
que habitan los placeres de mi cuerpo.

(Jane Botti)Todos los Derechos Reservados.