viernes, 13 de noviembre de 2009

¡Déjame ser!

Déjame soñar que soy tu rumbo
y que no hay soledad en tu camino,
que no es oscura, ni fría la noche,
que está estrellada y tibia entre los pinos.

Y que no importa quien eres, ni quien soy.
De dónde vienes, ni de donde vengo,
y que es maravilloso descubrir el sol,
tendidos en la hierba,
tomados de la mano,
distendidos.

Deja que sea ahora, tu compañía
que estoy velando tu dolor transido,
no me lo impidas, déjame seguir,
a tu lado como peregrino.
No descuidemos esto que hoy tenemos,
para ser dos, siempre en el camino.

(Bernardo Manuel Pérez Bragaña)
Todos los derechos reservados

2 comentarios:

José Manuel Sirgo Gallardo dijo...

Es precioso el encuadre de pareja, que le has dado a este tu poema, amigo Bernardo.

José M.

Jane Botti dijo...

Que dizer do escrito de Bernardo? Só posso dizer que é um poema belíssimo!