sábado, 14 de noviembre de 2009

Yo poeta

Algo golpeo a mi corazón,
brotaron lágrimas.
Una mañana cualquiera,
con luces de alborada.
Un reguero de simientes,
de mi mente afloraban.

De coloridos versos,
para gentes con alma,
que no perdieron su fuerza,
ni su estampa dorada.

Mil cruces a los vientos,
la mía, en mi pecho clavada.

Yo no quiero ser un ángel,
ni una estrella en la madrugada.
Sólo deseo ser lo que soy.

Una luz que no se apaga,
un duende escondido,
detrás de la luna blanca.

¡Y como poeta que me disto!
Seguiré...
Seguiré tintando de versos,
las paginas de mi vida, sosegada...

José Manuel Sirgo Gallardo

2 comentarios:

Jane Botti dijo...

Que belo poema, José! Ser poeta é ser como tu és! Beijos

José Manuel Sirgo Gallardo dijo...

Gracias guapisima por comentar el poema.
Tu también eres una poeta muy buena.
Beijos Jane.