De la vida azorada
que he vivido.
Del libro desigual
de mi quimera,
cuantas paginas,
borrar yo quisiera.
Cuales no hubiera,
escrito ni leído.
Camino sobre nubes aturdido,
entre cardos y bellas flores.
Las altaneras de mi pradera,
lanzando las penas al olvido.
Cuando arranco las yerbas,
esas yerbas de quebranto.
Resignado prosigo mi camino,
entre rimas y sonetos perdidos.
A quien quiera saber
mis versos yo le canto.
Más no saben,
no saben, que llevo a mis espaldas,
las alforjas colmadas de llantos.
José Manuel Sirgo Gallardo
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