domingo, 22 de noviembre de 2009

El lienzo de la vida

Reía el niño.
Y al mirarlo pensé,
no hay nadie más dichoso.

Al ver a la madre, amamantarlo.
La mirada fija,
en su bebé hermoso.
¡El universo entero, tenía en su regazo!

Lamenté.
Si lamenté, no ser un pintor famoso.
Para llevar al lienzo,
su grandeza.

Y decir a los siglos venideros.
Contemplar ésta dicha,
ésta belleza.

No busquéis más camino.
No busquéis más sendero.
Que una esté mundo,
con el cielo.


José Manuel Sirgo Gallardo

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