sábado, 28 de noviembre de 2009

Jugando a ser principe

No sé si es mi niñez,
que anda volando sin alas,
por lo que lloro al pensar,
escondido entre murallas,
de sentimientos dormidos,
por castillos sin monarcas.

No sé si es aquella vida,
que aparece tan lejana,
la que busca mi memoria,
entre ritmos de añoranzas.
La que acarreaba estrellas,
con luces,
luces azul y malva.
De un cielo color de rosa,
de infantiles filigranas.

No sé si será el recuerdo,
de los besos que me daban,
aquellos padres queridos,
los que a mi pecho,
a mi pecho se arraigan,
o si esta pena que siento,
me la provocó mi hermana,
la gran tristeza sin juegos,
de su vida desgraciada.

O tal vez mis ilusiones,
manojos de flores blancas,
siempre subido en las nubes,
jugando a cuentos de hadas,
entre muñecos heridos,
con espadas de plata.

Convertido en el espejo,
en un malvado pirata,
con los trapos del abuelo,
de calzones y chanclas,
que en el baúl del recuerdo,
dormían entre albahaca.


José Manuel Sirgo Gallardo

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