martes, 3 de noviembre de 2009

Tú peregrino

Dedicado a: Bernardo Manuel Pérez Bragaña.

De estrellas,
coronada la mañana.
Se adentra la aurora lentamente.
El aire calma su sed ardiente
!Bebiendo¡
Bebiendo el roció de las ramas.

Impaciente de amor tiembla la rosa,
al sentir de la luz suaves caricias,
ofreciendo ofreciendo en su cáliz,
las delicias.
Con besos de pasiones candorosas.

Cansado de la vida, en el camino.
Me paro a contemplar tanta belleza,
observando del mundo la tristeza.
!Creo en Dios¡
Con fervor de peregrino.

¿Por qué Señor, la lanza así clavada?
Y sigo caminando por la vida,
sintiendo desangrarme por la herida,
y aún sonríe mi alma enamorada...

José Manuel Sirgo Gallardo

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